En la última década, la escalada ha crecido de manera exponencial hasta convertirse en una de las actividades más populares del momento. Su incorporación como disciplina olímpica en Tokio 2020 y su regreso en París 2024 han impulsado aún más su reconocimiento, despertando el interés de una nueva generación de aficionados.
Así es, cada vez más personas de todas las edades y condiciones descubren la escalada y sus interesantes beneficios físicos, mentales y sociales. Ahora bien, para sacarle el máximo partido y avanzar con confianza, es clave interiorizar la técnica básica y las medidas de seguridad, esenciales para moverse mejor por las paredes y disfrutar sin riesgos desde el comienzo.
Imagina que es tu primer día de escalada. Al entrar al rocódromo, la recepcionista te da la bienvenida, gestiona tu entrada al centro y te proporciona el material necesario para empezar: unos pies de gato —ese calzado especial, ajustado y con suela de goma, que te ofrecerá un agarre óptimo para el nuevo desafío—. Como es tu primera vez o una de las primeras, decides probar itinerarios más cortos, en la modalidad de búlder, una disciplina de escalada a baja altura y con colchoneta de seguridad —. Así que, en lugar de escalar paredes largas, te enfocas en rutas más pequeñas que se resuelven en pocos movimientos y no requieren cuerda ni autoasegurador. Lo normal en este momento sería encontrar algún técnico en la sala que te explique los distintos niveles de las rutas, desde iniciación hasta avanzado. Estos se indican de manera sencilla mediante colores, al igual que en las pistas de esquí, donde cada uno representa un grado de dificultad.
Seguridad en la escalada: lo esencial para escalar sin riesgos
Si te atrae la idea de probar la escalada, quizás te interese conocer la técnica que mejor funciona. Pero antes de lanzarte a la pared, hay algo aún más importante que la técnica: la seguridad. Un rocódromo tiene sus propios códigos, y dominarlos te asegurará una experiencia sin riesgos innecesarios. Porque en este deporte la seguridad no es negociable, aquí te damos unos consejos clave.
Nociones básicas de seguridad
- Prioridad del escalador: Tanto en rocódromo como en escalada al aire libre, nunca te pongas debajo de un escalador para evitar accidentes en caso de caída. Además, en roca natural, ten en cuenta que las piedras podrían desprenderse y caer sobre ti. Por eso, evita situarte al pie de una vía o ruta.
- Si practicas búlder, asegúrate de que el área de caída esté despejada de objetos. Las colchonetas son esenciales para protegerte, pero si están obstruidas por elementos o material, podrían no cumplir su función correctamente.
- Aprende a caer correctamente: si estás escalando un búlder y caes sobre la colchoneta, evita apoyar los brazos, ya que esto podría provocarte una lesión. Lo más seguro es rodar suavemente sobre tu espalda hacia atrás, manteniendo los brazos recogidos cerca del pecho, o aterrizar con las piernas, flexionándolas ligeramente. Asimismo, para minimizar el riesgo, puedes pedir a algún compañero que te portee — esto significa estar atento a tu escalada y, si fuera necesario, redirigir tu caída para que aterrices de forma segura en la colchoneta—. Asegúrate de que la persona que te asista sepa cómo hacerlo adecuadamente.
- Evita agarrarte a elementos metálicos como parabolts o mosquetones mientras escalas; están diseñados para asegurar la escalada con cuerda. Si llegas a enganchar un dedo en ellos, podrías sufrir una lesión.
- En los rocódromos, el uso de autoaseguradores precisa especial atención, sobre todo para quienes están empezando. Lo más aconsejable es recibir una guía de un técnico especializado del propio centro de escalada.
Jóvenes escalando en búlder / Shutterstock
Ahora que ya conoces las normas básicas de seguridad, tenerlas siempre presentes es fundamental para disfrutar de la escalada. Sin embargo, este es solo el comienzo. A medida que avances, especialmente en la escalada con cuerda, descubrirás nuevas normas y técnicas que te ayudarán a escalar de manera más segura y eficaz.
Técnica básica para mejorar tu escalada
La escalada es una disciplina que requiere una combinación equilibrada de fuerza, resistencia y técnica. Aunque no es posible asignar un porcentaje exacto a la importancia de cada componente, la técnica suele ser un factor determinante en el rendimiento de un escalador. Una buena técnica permite economizar energía y superar rutas que, de otro modo, serían inalcanzables, incluso si se cuenta con una gran capacidad física.
Escalar no solo es cuestión de fuerza, sino de cómo realizas cada movimiento
Por eso, queremos compartir contigo algunos consejos prácticos que te ayudarán a escalar de forma más eficiente desde el primer día.
Consejos prácticos
- Colocar el peso sobre las puntas de los pies proporciona mayor precisión y control en los movimientos. Aunque al principio pueda parecer extraño, escalar apoyando las puntas y subiendo los talones hacia arriba, facilitará el desplazamiento por la pared. Al principio es normal que hagas casi todo el esfuerzo con los brazos, pero en cuanto empieces a gestionar los pies subirás de nivel rápidamente. Las piernas son muy fuertes, utilízalas para impulsarte.
- Flexionar las rodillas y orientarlas hacia afuera favorece el equilibrio y la movilidad. Esta posición es más natural y relajada. Hace que la cadera se pegue al muro, lo que permite ahorrar energía en los músculos de los brazos y los hombros ¡Pura física!
- Acuérdate de llevar los brazos estirados en la medida de lo que puedas —a excepción de cuando necesites traccionar para ascender—. Esta simple acción ayuda a reducir la fatiga y mejora el rendimiento. Tus antebrazos aguantarán más tiempo.
Una vez que te hayas familiarizado con los tres primeros consejos, es el momento de probar el cuarto. Este será el siguiente paso para perfeccionar aún más tu técnica:
- Sube el pie de la mano que vas a sacar. Es decir, cuando vayas a mover una mano hacia un agarre, lo ideal es que antes subas el pie del mismo lado. Ya verás como tu escalada mejora.
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Escalada con técnica / Shutterstock
Si te has iniciado en este deporte y quieres aprender más sobre la técnica y los secretos de la escalada, el libro Cómo escalar y entrenar en rocódromo, de Joaquín Colorado, es una excelente opción. Con más de treinta años de experiencia en el mundo de la escalada, Colorado ofrece valiosos consejos para principiantes, desde pequeños detalles y trucos hasta ejercicios prácticos que te ayudarán a avanzar en tu técnica. Como profesor y entrenador, además de guía de alta montaña, ha formado a numerosos escaladores y profesores, lo que convierte su libro en una guía imprescindible para quienes desean iniciarse con buen pie en este deporte.