Ya era bastante grave cuando dos enfermeros australianos fueron grabados diciendo que no atenderían a pacientes israelíes y que, en su lugar, los “matarían”. Pero ahora, 50 grupos de la comunidad musulmana de Australia han salido en defensa de los enfermeros. Si ya era preocupante que dos sanitarios australianos hicieran un gesto de degüello a un hombre de Israel, el hecho de que tantos “líderes musulmanes” los respalden es aún más alarmante. Esta historia comenzó hace una semana con la publicación de un video en el que se ve a dos enfermeros del Hospital Bankstown, en Sídney, expresando comentarios israelófobos. En una conversación con el tiktoker israelí Max Veifer, tras encontrarlo en una plataforma de videochat, uno de los enfermeros hizo un gesto de degüello con los dedos para sugerir que Veifer merecía morir. Luego, declaró que enviaba a los israelíes a Jahannam, la versión islámica del infierno. La otra enfermera afirmó que jamás atendería a un israelí: “No los trataré, los mataré”. El video se viralizó y los enfermeros fueron suspendidos. El primer ministro australiano Anthony Albanese condenó sus “comentarios antisemitas”. En toda Australia hubo indignación por el hecho de que estos sanitarios parecían haber sacrificado el principio fundamental de la medicina —“Primero, no hacer daño”— en favor de su odio hacia el Estado judío. Sin embargo, un sector de la sociedad australiana ha restado importancia al incidente: los autodenominados líderes musulmanes. Una coalición de grupos musulmanes ha publicado una carta abierta criticando la “indignación selectiva”… Leer más

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