Los escombros apenas habían sido retirados del ataque con coche en Múnich, según Spiked, cuando otro islamista desató el horror en otra ciudad europea. De hecho, las dos víctimas aún no habían sucumbido a sus heridas. Dos días después, en la ciudad de Villach, en el sur de Austria, un solicitante de asilo sirio de 23 años atacó a transeúntes con un cuchillo. Un niño de 14 años fue asesinado y cinco personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad. Entre los heridos hay dos adolescentes de 15 años. Una fotografía del presunto asesino sonriendo y haciendo un saludo con un dedo —un gesto cooptado por ISIS— mientras era arrestado, alimentó las especulaciones sobre sus motivaciones, ahora confirmadas. Las autoridades austriacas han declarado que el sospechoso fue radicalizado por propaganda del ISIS. Tenía una bandera del grupo en su apartamento y grabó un juramento de lealtad. Este ataque no solo sigue al de Múnich la semana pasada, sino también al intento frustrado de atentado en un concierto de Taylor Swift en Viena el año pasado, un complot inspirado en ISIS y planeado por dos adolescentes austriacos. De no haber sido por un aviso de los servicios de inteligencia de EE. UU., Viena podría haber vivido su propio Manchester Arena. En 2020, también en Viena, otro simpatizante de ISIS mató a cuatro personas e hirió a 23. Además, Europa ha sido sacudida en los últimos años por una serie de complots islamistas, muchos frustrados, otros no. La lista es extensa. La combinación del… Leer más

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