Jair Bolsonaro sintió en la noche del martes que el cero judicial se estrechaba por primera vez a su alrededor con peligro real de comprometer su situación. El expresidente de Brasil fue formalmente acusado por el fiscal general, Paulo Gonet, ante el Supremo Tribunal Federal (STF) de haber liderado el intento de golpe de Estado contra Luiz Inacio Lula da Silva, el 8 de enero de 2023. El excapitán retirado del Ejército está relacionado junto con otras 33 personas con la presunta comisión de los delitos de tentativa de abolición violenta del Estado democrático de derecho, daño calificado por violencia y amenaza grave contra bienes federales. Ratificó las conclusiones de la Policía Federal de que la conjura contemplaba el asesinato de Lula y otras figuras políticas y judiciales. El impacto de la presentación de Gonet ha sido inmediato. Bolsonaro se encuentra en libertad, un beneficio que no ha recibido su excandidato a vicepresidente en los comicios de 2022, el general Walter Braga Netto, quien cumple prisión preventiva. El exmandatario y Braga Netto «aceptaron, incentivaron y ejecutaron actos tipificados en la ley penal como atentatorios contra el bien jurídico de la existencia e independencia de poderes», sostiene el fiscal en su escrito.

Fuente