El conflicto entre la CEOE y Cepyme se recrudece. Fuentes de Cepyme denuncian que las organizaciones empresariales están recibiendo «presiones» para delegar su voto de cara a las próximas elecciones que debe convocar este año su presidente, Gerardo Cuerva. Las presiones recibidas son «económicas» y de «patrimonio sindical», a nombre de la CEOE con quien las distintas organizaciones llegan a acuerdos para su uso.
Debido a la acumulación de avisos de este calibre, Cuerva tomó la decisión de llevar ante la junta directiva la propuesta que ayer se votó y salió adelante sobre modificar el régimen interno para acabar con la delegación ilimitada de voto. Es decir, para restringir al máximo las «coacciones». Según apuntan fuentes de Cepyme, el resultado de la votación de este martes en la junta directiva ha puesto de manifiesto este problema, una propuesta que fue apoyada por 64 votos a favor, 55 en contra y 3 votos en blanco. La intención de Cepyme era equiparar la delegación de voto a la de la CEOE y ATA.
En la propuesta votada se limitó a seis las delegaciones de voto en los órganos decisorios y dejar a cero (eliminar) el voto delegado en los procesos electorales. La medida deberá ser ratificada en la Asamblea General, que deberá ser convocada por Cuerva. Para que este cambio tenga efecto en los próximos comicios presidenciales, la asamblea deberá ser convocada antes del 16 de marzo, fecha en la que expira el mandato del actual presidente.
Al conocer las presiones, Cuerva decidió convocar hace diez días a la junta directiva y al comité ejecutivo con el fin de visibilizarlas, aunque la potestad de que salga adelante una modificación del reglamento pertenece a la junta. De hecho, el resultado de la votación en el comité ejecutivo fue negativo con 11 votos a favor y 15 en contra, además de tres personas que no acudieron. Fuentes de Cepyme han asegurado que en el acta quedó reflejado que su voto no afectaría a la decisión de la junta, puesto que, según el reglamento, no se necesita su voto favorable para modificar el reglamento del régimen interno. Ambas votaciones fueron secretas por primera vez, puesto que hasta ahora eran a mano alzada.
Cepyme encargó un informe jurídico donde se constata las diferencias entre los estatutos de CEOE y los suyos. Dentro de este documento también se ha analizado el procedimiento para convocar elecciones. Así, queda refrendado que, en el caso de Cepyme, la convocatoria de elecciones puede tener lugar incluso después de la finalización del mandato del presidente, puesto que hay mayor margen de maniobra respecto a CEOE, donde es obligatorio que esto tenga lugar antes.
Posible impugnación
Fuentes de Cepyme descartan que la organización empresarial judicialice este asunto. Para evitar malentendidos, la asesora jurídica de Cepyme, contratada durante la presidencia de Antonio Garamendi, asistió a la reunión del comité ejecutivo para dejar claro que allí se votaría el contenido de la propuesta que se llevaría a la junta, no si llegaría o no a este órgano. Fuentes de la CEOE aseguraron ayer que Cuerva incumplió los Estatutos al llevar el asunto a la junta sin el beneplácito del comité ejecutivo, algo que Cepyme niega.
Sin embargo, Cepyme es consciente de que la votación de la junta directiva puede ser impugnada, algo que, en las últimas horas, ha cobrado fuerza. En el caso de que así ocurriera, el asunto debería volver a la junta directiva para someterse a una segunda votación. Fuentes de Cepyme aseguran que si finalmente no sale adelante la modificación del reglamento interno, se celebrarán las elecciones sin los cambios propuestos.
Respecto al plazo de las elecciones, y teniendo en cuenta que el mandato de Cuerva finalizará el próximo 16 de marzo, la maquinaria se pondrá en marcha una vez que el presidente actual convoque con el beneplácito del comité ejecutivo una junta directiva. Este órgano será el encargado de aprobar una fecha que será 50 días más tarde desde este momento. Por tanto, se espera que las elecciones tengan lugar durante el mes de mayo.