Desde su llegada al Hércules el pasado mercado estival, Antonio Aranda ha sido capaz de enamorar al Rico Pérez… pero solo a tramos. Tal y como siempre le ha sucedido a lo largo de su hasta el momento breve carrera futbolística, el granadino ha demostrado ser un jugador atrevido, vertiginoso y de una calidad superior que, por otro lado, necesita de un contexto beneficioso para sus condiciones a la hora de exprimir todo el jugo futbolístico que atesora.
Su intermitencia, presente hasta el momento una vez superado el ecuador de su primera campaña como blanquiazul, le ha impedido tener continuidad en el once durante diferentes tramos de la temporada. El propio Rubén Torrecilla, a quien el mediapunta considera «su padre futbolístico», ha tomado la decisión en distintos contextos de prescindir de la magia de Aranda con el objetivo de reforzar el centro del campo, dando entrada a un futbolista de mayor sacrificio defensivo.
Lo cierto es que, el Hércules y su entrenador, cuentan con dos versiones distintas de Antonio Aranda cuando se encuentra sobre el verde. La primera de ellas, la menos beneficiosa para el juego colectivo blanquiazul, viene dada con el futbolista partiendo desde el costado izquierdo. Bajo esta premisa, encorsetado a una posición fija, el canterano del FC Barcelona se encuentra generalmente perdido y suele encadenar largas rachas de minutos sin entrar en contacto con el balón, lo que suele desactivar a un futbolista de su naturaleza.
Antonio Aranda se adentra en el área rival tras desbordar a la defensa del Fuenlabrada. / Héctor Fuentes
Por lo general, cuando Aranda parte desde el extremo, sus participaciones son más discretas. El internacional con las categorías inferiores de España, nunca ha terminado el partido cuando lo arrancó pegado a la banda izquierda debido a la exigencia física que requiere dicha posición, donde está obligado a ayudar a Retuerta en cada acción defensiva. Esto ha llevado a Torrecilla a desesperarse en diferentes partidos con el sacrificio sin balón del futbolista.
«Es verdad que, como le digo al míster, puedo jugar en todas las posiciones de ataque, pero sinceramente yo me considero un ’10’, un mediapunta»
Sin embargo, pese a la descompensación que ha sufrido a tramos el Hércules con el ex del Lugo como extremo, su increíble golpeo desde fuera del área ha paliado parte de su déficit defensivo. Aranda ha anotado tres goles como jugador del Hércules, todos ellos con patrones muy similares. Los tres fueron desde fuera del área y dos de ellos, paradógicamente, fueron en tardes en las que partió desde la izquierda, posición en la que menos ha lucido sus condiciones, en encuentros donde su influencia en el juego colectivo fue baja o prácticamente nula.
En una entrevista concedida a INFORMACIÓN hace dos meses, Aranda dejó entrever la posición en la que más disfruta como futbolista. «Sinceramente, yo me considero un ‘10’. Un mediapunta. Pero también es verdad que, como yo le digo al míster, puedo jugar en cualquier posición de ataque», aclaró. Y lo cierto es que, tal y como dijo el propio jugador, es un futbolista con alma de ’10’ que donde mayor rendimiento es capaz de mostrar es partiendo detrás del delantero, con libertad para moverse por el frente de ataque y sin sentir la obligación de seguir al lateral rival en fase defensiva.
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La plantilla del Hércules felicita a Antonio Aranda después de su gol al Sevilla Atlético, en Alicante. / Alex Domínguez
En la mediapunta ha sido capaz de ser el jugador más diferencial del Hércules en diferentes ocasiones. Ejerció de director de orquesta en la mayor victoria del conjunto blanquiazul esta temporada, el triunfo por cinco goles a uno frente al Betis Deportivo, donde encabezó cada uno de los contragolpes y repartió dos grandes asistencias. También fue clave en el funcionamiento del equipo en la victoria en Marbella, con gol incluido, pero vio frenada ante el Fuenlabrada su racha de nueve titularidades consecutivas, la más larga desde su llegada a Alicante, debido a molestias.
¿Titular en Sevilla como extremo?
Con Nico Espinosa descartado para la cita frente al Sevilla B del próximo domingo (12 horas), a Rubén Torrecilla se le abre un abanico de posibilidades, no demasiado amplio, para configurar su delantera ante la ausencia de su máximo realizador. La opción más probable pasa por la titularidad de Alvarito como extremo izquierdo tras el gol del madrileño frente al Fuenlabrada, pero tampoco se descarta la titularidad de Aranda ya sea pegado a banda o en la mediapunta, donde pugnará junto a Soldevila por un puesto en el once detrás del ‘9’.