«Un corazón tan grande no cabía en ese cuerpo lozano». Decenas de personas tuvieron que quedarse de pie esta mañana en un tanatorio de Cabueñes a rebosar para despedir al conocido empresario César Telenti, fallecido el domingo a los 51 años a causa de un infarto. Una importante representación de la hostelería y el deporte asturiano, sumado a decenas de familiares y amigos, quisieron rendir homenaje a quien hoy recordaban por su «ironía socarrona», por su talento para organizar eventos y por una bonhomía que le hizo acumular una infinita lista de amistades. «Acudíamos a ti para todo, para cualquier chollo, y nunca fallaste. Ahora esperamos conseguir no fallarte nosotros», señaló una de las dos familiares que habló esta mañana en representación del entorno de Telenti, que insistió en la importancia de mantener vivo el legado de Telenti: «Tu recuerdo va a seguir; dejaste huella».
César Telenti era un gijonés muy conocido y apreciado en diversos ámbitos. Contacto de confianza en la hostelería, para quien siempre tenía una idea innovadora para algún evento llamativo, fue también integrante de la directiva grupista, vicepresidente en el Club Orca de submarinismo e impulsor de la Inmobiliaria Telenti. Deja a su esposa, Mónica Prieto, y a su madre, Paulita Martínez, así como a sus hermanas Nuria, Graciela e Itziar. «Te vas muy pronto, pero encontraremos las fuerzas, como tú habrías querido, para celebrarte», señalaron.