Es una realidad que Corberánya le va cogiendo el pulso a la plantilla. Los números generales, más allá de los dos estropicios contra el Barcelona, demuestran que sabe de qué va esto y lo sabe transmitir, igualmente, aunque mejor si no hace arengas ¿vale? No obstante, hay algunas cosas que, desde fuera, extrañan y que, seguramente, podríamos decir, con más información, que son lógicas, pero desde este otro punto de vista no lo parecen tanto. Y me explico.
La titularidad de André Almeida a mí me chirría. Me suena a pequeña imposición, aunque quizá no sea así. Incluso me chocan algunos análisis postpartido, con valoraciones y demás, que siempre le rescatan alguna acción, casi heroica, marcada por pundonor, clase o lo que sea que quieran llamarle. No puedo compartir estas cosas, porque me da la sensación de haber visto otro partido: Almeida tiene calidad, sin duda alguna, pero no está poniéndola al servicio de la causa. No está, sin más. Le falta tensión defensiva, y mucha. Le falta decisión ofensiva, casi toda. Le falta capacidad incisiva, toda. No llega al gol ni ayuda a encontrarlo. No aporta velocidad en las salidas al contragolpe que propone Corberán, ni tampoco rompe líneas en ataque estático. Lo he dicho ya varias veces y no veo motivos para cambiar de opinión: jugamos con uno menos y se nota.
El Valencia CF necesita que todos sobre el campo aporten, porque la cosa pinta muy mal y ese granito de arena es clave: aunque no haya nadie de diez, que estén todos de seis y medio para arriba. El otro día, Fran Pérez aportó, por primera vez, ese grano de arena que, en el global, fue un castillo. Pon a Rafael Mir también en este saco. Así rara vez alguien escribirá unas líneas protestando por su rendimiento.
Y lo mismo pasa con Sadiq: tiene mil veces más calidad que Hugo Duro, aporta muchísimo con ese aguantar el balón y estirar el equipo. No se trata del gol que marcó el otro día, se trata de cambiar dinámicas del juego en momentos determinados. Lo malo es que se le ve falto de ritmo, fatigado tras treinta minutos corriendo. Y tampoco se trata de matar ahora al bueno de Hugo Duro, que se deja el alma: lleva algunos goles y su aventura allá arriba es la del náufrago en las islas desiertas. Pero sería bueno que en la pugna por el balón las bajase más, que saltase con intención de tocarla y no de chocar con el defensa. Creo que mejoraría mucho en su juego y ese sacrificio suyo, innegociable, vería más y mejores frutos. La pregunta entonces es ¿quién debe jugar de los dos? Pues en el fútbol hay que ser agradecidos y yo le seguiría dando la titularidad a Duro, por muchas cosas, pero también trataría de modificar ciertos hábitos suyos que no me convencen, como los que he dicho. Pero, del mismo modo, digo que el Valencia CF no está para hacer concesiones a nadie y si la cosa sigue igual, Corberán tendría que valorar quién está aportando mejores matices al ataque del equipo.
Y este, por tanto, es el otro punto del día: el Valencia CF, este equipo, no puede, ahora mismo, relajarse en las concesiones de oportunidades: hay que aportar mucho más en cada partido, porque se está jugando la vida en cada minuto de los encuentros. No puede permitirse el lujo de esperar a nadie: ni a Almeida (personalmente creo que Baraja no lo ponía por evidentes motivos), ni a Duro ni a quien sea. Este no es el año para recuperar sensaciones: la angustia debe llevarnos a quienes nos aportan desde el primer minuto y con ello nos acercan a una de las siete victorias más que, por imperativo legal, necesitas hacer, como mínimo, para salvarte.
Se ha enchufado Javi Guerra y mucho, cosa que me alegra porque empezaba a ser un bluf. Siempre, estas resurrecciones son beneficiosas para todas las partes, incluso para quien ha criticado abiertamente su pésimo rendimiento previo. Se está enchufando bien Pepelu, que me gustó muchísimo contra el Villarreal. Rioja es un ejemplo de máximo rendimiento y profesionalidad (por cierto, gracias Corona, por este fichaje: a veces das en el clavo, aunque muy pocas, no te me vengas arriba). Foulquier me parece flojísimo, pero lo da todo y contagia al resto. Tárrega es todo corazón valencianista y eso se nota: no es central top, pero yo lo quiero siempre en mi equipo. Y así una larga (o no tanto) lista de gente que está respondiendo, que lo está dando todo en estos últimos partidos.
La cosa, entonces, podemos decir que está mejorando, pero tenemos una jornada menos y, por desgracia (y a pesar del alivio de horas) seguimos en zona de descenso y viene el Atlético de Madrid, con hambre y rabia. No queda otra que salir a morder, a morir por el escudo y a sacar lo mejor que cada jugador tenga dentro de sí. Un empate lo firmaría hoy mismo, pero cabe ver el propio partido y entonces diremos si es bueno, regular o malo. A mí, por ejemplo, el empate en Villarreal me pareció muy bueno, aunque no excelente. Ahora hay que seguir persistiendo, peleando, mordiendo, pero sin concesiones a nadie: quien entre, que aporte desde el minuto uno y si no es así, al banquillo y que entre otro que sí lo haga. Eso le pido a Corberán, por su bien, por el de los jugadores implicados y por la afición. Y a la propiedad que le den donde más les duela moralmente: este equipo se va a salvar a pesar de sus negligencias, de su pésima gestión y de su nefasta capacidad de dirección. Amunt!
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