En el mercado hay una infinidad de variedades de lavadoras, y cada vez que alguien va a comprar una, se fija en multitud de características de cada una de ellas, para adecuarse a la necesidad de cada consumidor. Pero también está el tiempo de duración de cada ciclo de la máquina, algo que a priori no parece importante pero merece ser destacado.
Y es que las lavadoras actuales suelen tardar más que las antiguas en realizar la colada. Es decir, cada ciclo de lavado suele ser un poco más largo que en las máquinas de hace años. Esto, que en principio puede parecer ser algo que juega en contra de las lavadoras, realmente no es tanto así, ya que hay un fuerte motivo para ello.
Y es que han salido unas nuevas etiquetas energéticas que, hasta ahora, siempre tenían en cuenta e informaban de forma obligatoria sobre datos como el consumo eléctrico en 100 ciclos de uso (KWh), la capacidad de carga (Kg), el consumo de agua en litros por cada ciclo, la clase de eficiencia en centrifugado, etc. Pero a estas nuevas etiquetas ya se le suma la duración de los ciclos de lavado.
Resulta que ahora las lavadoras incorporan ciclos más económicos y también «amables» con el medio ambiente, lo que provoca que esos mismos ciclos también sean más largos, y este es el principal motivo de la duración ascendente de los ciclos de las lavadoras en los últimos años.