Muere Marian Turski, superviviente del Holocausto, a los 98 años

Marian Turski, historiador y periodista polaco que sobrevivió al Holocausto y cofundó el Museo POLIN de Historia de los Judíos Polacos, murió el martes a los 98 años.

El museo confirmó su muerte y lo describió como una figura de gran integridad moral e intelectual, siempre comprometida con la defensa de minorías y personas marginadas. Zygmunt Stępiński, director del museo, destacó su papel esencial en la creación de la institución y su trabajo por el entendimiento entre judíos y polacos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Turski sufrió el confinamiento en el gueto de Lodz y el encarcelamiento en los campos nazis de Buchenwald y Auschwitz-Birkenau, en la Polonia ocupada por Alemania. También sobrevivió a dos marchas de la muerte, pero perdió a 39 familiares en el Holocausto.

A diferencia de muchos judíos que emigraron tras la guerra, decidió permanecer en Polonia y se unió al Partido Comunista. En 1956, mientras realizaba una estancia en Estados Unidos, participó en la marcha de Selma a Montgomery junto a Martin Luther King Jr., apoyando la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos.

Turski fue una de las voces sobrevivientes del Holocausto que en enero, durante el 80º aniversario de la liberación de Auschwitz, alertó sobre los peligros de la indiferencia. En el 75º aniversario de ese mismo evento, su discurso captó atención mundial al señalar que el Holocausto no ocurrió de golpe, sino que fue el resultado de una progresiva aceptación de la discriminación, que desembocó en guetos y campos de exterminio.

Ante líderes mundiales, instó a no tolerar la discriminación, la manipulación de la historia ni la violación del contrato social. En Polonia, sus declaraciones fueron interpretadas por algunos como una crítica al gobierno derechista de entonces, lo que generó reacciones encontradas.

Citó a otro superviviente, Roman Kent, al proponer un “Undécimo Mandamiento”: no ser indiferente. “Si eres indiferente, antes de que te des cuenta, otro Auschwitz aparecerá para ti o tus descendientes”, advirtió.

El primer ministro polaco, Donald Tusk, calificó esas palabras como un lema para la actualidad. El presidente Andrzej Duda también elogió su legado y su llamado a la sensibilidad frente al mal.

Nacido en 1926 como Mosze Turbowicz, pasó su infancia en Lodz y asistió a una escuela hebrea. En 1944, sus padres y su hermano fueron enviados a Auschwitz, y él llegó semanas después en uno de los últimos transportes. Su padre y su hermano murieron en las cámaras de gas, su madre fue deportada a Bergen-Belsen y él fue obligado a realizar trabajos forzados en Auschwitz-Birkenau antes de ser trasladado en marchas de la muerte. Fue liberado en Terezin al borde del colapso por agotamiento y tifus.

Regresó a Polonia en 1945 y rechazó emigrar a Occidente, optando por contribuir a la construcción de una Polonia socialista. Aceptó cambiar su nombre a petición de un funcionario comunista para que sonara menos judío, según una biografía publicada por el museo POLIN.

Su última aparición pública ocurrió el mes pasado en el aniversario de Auschwitz, donde reiteró su advertencia sobre los peligros del odio y recordó que el número de víctimas siempre superó con creces al de los sobrevivientes. “Siempre hemos sido una pequeña minoría”, afirmó. “Y ahora solo quedamos un puñado”.

Fuente