Los hombres podrían estar biológicamente preparados para responder a la competencia percibida, de manera que mejoren sus posibilidades de engendrar hijos enriqueciendo la calidad de su esperma: se trataría de una respuesta inconsciente motivada por cuestiones evolutivas.
Una nueva investigación liderada por la especialista Tara DeLecce, de la Universidad de Oakland, en Estados Unidos, concluye que existiría una relación directa entre la fertilidad masculina y la presunción de infidelidad de la pareja: ante el crecimiento de una posible rivalidad sexual, los hombres incrementan notablemente la calidad de su esperma.
De acuerdo al estudio, publicado en la revista Archives of Sexual Behavior, el riesgo de competencia espermática predice el ajuste de la eyaculación en mayor medida que otras condiciones, como por ejemplo el lapso de tiempo entre una relación sexual y otra con la misma pareja, un aspecto que había sido analizado en estudios previos.
Espermatozoides en competencia
“La idea de que los espermatozoides de varios hombres compiten en el tracto reproductivo femenino para fertilizar los óvulos, y que la competencia podría ocurrir a un nivel tan microscópico y verse afectada por factores sociosexuales es un concepto tan novedoso como inusual», indicó DeLecce a PsiPost.
Para llevar a cabo su investigación, los científicos reclutaron a 34 parejas heterosexuales de una comunidad universitaria, cuyos integrantes tenían entre 18 y 32 años de edad y conformaban relaciones comprometidas y sexualmente activas, con una duración de al menos tres meses.
Los hombres fueron sometidos a consultas sobre su percepción sobre posibles infidelidades de su pareja, en tanto que realizaron pruebas de esperma. Los resultados indicaron que los hombres que percibían un mayor riesgo de competencia sexual mostraron un incremento en la calidad de su esperma, que no se apreció en otros participantes.
La competencia aumenta la calidad del esperma
A diferencia de lo indicado en estudios previos, los investigadores hallaron que la cantidad de tiempo que una pareja pasó separada desde su último encuentro sexual no estaba relacionada con la calidad del semen. Por el contrario, descubrieron que los hombres producían semen con una concentración significativamente mayor de esperma cuando percibían que sus parejas tenían un mayor número de rivales sexuales potenciales, específicamente amigos y compañeros de trabajo masculinos.
DeLecce y sus colegas aclararon que estas conclusiones no sugieren un comportamiento consciente: responderían a cuestiones evolutivas ligadas con la competencia para generar descendencia. “Los principios de la competencia espermática predecirían que las percepciones de menor fidelidad o sospechas de infidelidad darían como resultado espermatozoides móviles progresivos más rápidos, para adaptarse al mayor riesgo de competencia espermática», concluyó la científica.
En consecuencia, esto podría sugerir que el ajuste de la eyaculación en humanos puede ser más complejo que en otras especies de primates, incorporando características que no se aprecian en otros casos: sus condiciones específicas deberán seguir siendo estudiadas en futuras investigaciones.
Referencia
Ejaculate Adjustment in Response to Sperm Competition Risk in Humans. Tara DeLecce et al. Archives of Sexual Behavior (2025). DOI:https://doi.org/10.1007/s10508-024-03030-0