En España viven unas 300.000 personas con discapacidad intelectual. La mayoría de ellas lo hacen en familia (68,2%) y solo una de cada cinco (20,3%) habita en una vivienda no institucional, como un piso compartido. Aunque casi la mitad (45,5%) quiere independizarse, no pueden hacerlo por motivos familiares, económicos o personales, especialmente por la falta de autonomía y la escasez de recursos. Si el acceso a la vivienda es cada vez más difícil en España, para estas personas todavía más.

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