Tras la dolorosa eliminación en los cuartos de final de la Copa del Rey, el malestar y el enfado en el club era más que evidente el pasado jueves y todos los males apuntaban al técnico, Joan Peñarroya, que después del fracaso copero, estaba más fuera que dentro por segunda vez esta temporada.
Aunque después de pasar la ‘tormenta copera’ el pasado fin de semana, la reflexión realizada en de la secretaría técnica con Juan Carlos Navarro al frente y del directivo responsable, Josep Cubells, es que la opción urgente de prescindir del entrenador no es ninguna garantía que el equipo vivirá un cambio de rumbo evidente para lo que resta de temporada.
Consideran que Peñarroya no ha podido sacar el máximo rendimiento al equipo debido a los problemas de lesiones continuados que no le han permitido dar continuidad al grupo y creen que ha demostrado buena mano para sacar al equipo de momentos complicados como la clasificación para la Copa, o rachas de triunfos en Europa en pistas complicadas.
Las lesiones fueron en su contra
Las lesiones han sido un claro factor que no ha ayudado al técnico en la primera mitad de la campaña con la devastadora lesión de Nico Laprovittola al inicio de temporada, luego la de Chimezie Metu unas semanas de baja, y recientemente perdieron a otro de los pilares del equipo como Jan Vesely.
La última de Kevin Punter tampoco ayuda aunque el hecho que solo pueda estar tres semanas de baja ha aliviado a la sección ya que el estadounidense es uno de los puntales del equipo y estos próximos días sin competición rebajan el tiempo de ausencia.
Y es que la salida de Joan Peñarroya implicaría la llegada de otro técnico y tampoco ven nada claro quién podría coger al equipo y cambiar completamente la dinámica. Ante la falta de candidatos que gusten ahora mismo, prefieren que siga en el cargo y trate de llegar con opciones en la Euroliga y Liga Endesa, los dos grandes torneos en juego.
Una razón económica de peso
Chimezie Metu y Joan Peñarroya, en el partido de la primera vuelta jugado en Tenerife / ACB Photo – Emilio Cobos
También ha contado a favor del entrenador del Barça su buena relación con los jugadores, algo indispensable si quieren completar la temporada de la mejor manera posible. Un entrenador que respetan, incluso jugadores con menor protagonismo como Willy, una de los ‘factores’ que acabó con Grimau.
Además de un tema deportivo, no se puede obviar que el Barça no pasa por un buen momento económico y los recursos para la sección de basket son nulos. En su momento, se hizo un esfuerzo por fichar para cubrir las baja de Laprovittola, aunque el ‘fiasco’ con el brasileño Neto y más tarde la ‘marcha atrás’ con Heurtel, acabaron por desistir a reforzar al equipo para desespero de Peñarroya, que parece asumir que tendrá que lidiar hasta junio con los jugadores con los que cuenta actualmente.
Esa estrechez del presupuesto del basket blaugrana también han pesado a la hora de buscar un recambio para el entrenador, con contrato hasta junio de 2026 por lo que debían indemnizarle en caso de cesarle.
Unos condicionantes que parecen haber llevado a la determinación que siga, al menos de momento, para ver la evolución del equipo una vez regrese de nuevo Punter y Vesely.
Consideran desde el club que hay talento suficiente para luchar por los títulos que quedan aunque si llegan más lesiones, ya no habrá manera de ‘salvar’ una campaña que parece apuntar de nuevo a fracaso, muy lejos de los grandes equipos europeos.