El Juzgado de Violencia contra la Mujer núm. 1 de Granada ha archivado la denuncia por violencia vicaria que interpuso Juana Rivas contra su exmarido, Francesco Arcuri. El tribunal entiende que no existen motivos suficientes para instruir una nueva causa porque, según el juez, son hechos ya denunciados y judicializados, y no se relata ninguno distinto. Esta resolución no afecta a la situación del hijo menor de Juana Rivas, que de momento sigue en España.
En el auto, el juez del Juzgado de Violencia contra la Mujer núm. 1 de Granada justifica el sobreseimiento provisional y el archivo de las actuaciones argumentando que los episodios narrados ya están siendo investigados en distintos procedimientos penales. Uno es en la Corte de Apelación de Cagliari (Italia) y, otro, en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer núm. 2 de Granada.
Según el juzgado granadino, abrir una nueva causa en España supondría juzgar dos veces los mismos hechos.
Una causa judicializada en Italia
Su abogado Carlos Aránguez señala que, si bien «los malos tratos de Arcuri a sus hijos son una causa judicializada en Italia», este «ya amenazó en su día a Juana, todo lo que ha venido haciendo contra los niños, empezando por separarlos forzosamente de su madre, lo ha hecho para ‘hacerle la vida imposible’ a esta, ocasionándole una grave violencia psicológica habitual, que es justamente la expresión de un caso paradigmático de violencia vicaria».
También recuerda que este tipo de violencia de género está contemplada en el ordenamiento jurídico y ha sido una de las materias más desarrolladas en el texto de renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
En este sentido, su equipo legal afirma está «dispuesto a llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que el delito de violencia vicaria sea una realidad jurídica reconocida por nuestros tribunales». «Cada vez detectamos más casos en los que algunos padres, para herir a su exmujer, maltratan a sus hijos. Es una grave forma de violencia y es hora de asumir que tenemos que actuar en consecuencia», expresa en un comunicado.
Según el abogado, en el caso de Juana Rivas las agresiones del padre contra los menores buscan someter a la madre y hacerle la vida imposible. «Le dice textualmente: ‘Me voy a quedar con tus hijos’. Nunca habla de ‘nuestros’, sino de ‘tus hijos’. Los hechos, el relato de los niños, es desgarrador, insoportable para cualquier madre, y eso es violencia vicaria«, explica el letrado, subrayando que estos comportamientos «evidencian la voluntad del agresor de ejercer control y sometimiento sobre su expareja».
Con el rechazo de la querella por violencia vicaria comienza un nuevo recorrido de los recursos en las distintas instancias.