Reparto de puntos entre RCD Espanyol y Athletic Club, que alargó hasta los 15 partidos su racha sin conocer la derrota en competición doméstica. Los leones, a seis puntos del liderato, igualaron por medio de Sancet el tanto inicial de Roberto, que aprovechó un fallo garrafal de Unai Simón para hacer soñar con la victoria a los pericos, decimoquintos con 24 unidades.
Una por encima de UD Las Palmas y Valencia y dos más que el Alavés, próximo rival de los de Manolo González. Recuperaba efectivos el técnico lucense, que sorprendió apostando por Carlos Romero y no por Brian Oliván, más defensivo, en el lateral izquierdo. El de Torrent, héroe ante el Real Madrid y baja por acumulación de amarillas en Anoeta, le ganó la partida al barcelonés, KO desde el Sánchez Pizjuán.
Por lo demás, lo esperado, con Urko y Pol Lozano, también ausentes en San Sebastián (el primero, con cláusula del miedo y el ‘10’, por molestias), recuperando la manija y Jofre ocupando el extremo derecho en detrimento de Roca.
En el Athletic, destacar la primera titularidad de Maroan Sannadi, incorporado desde el Barakaldo (aunque era propiedad del Alavés) en enero. Precisamente con el portentoso delantero vitoriano (1,92m.) chocó, en la primera ocasión con cierto peligro del partido, Joan Garcia, seguido en directo por el seleccionador nacional, Luis de la Fuente.
Una vez repuesto el portero catalán, dolido de la cabeza, empezó el intercambio de golpes, con su homólogo rojiblanco, bien colocado, desviando a córner el atestado por Jofre a los siete minutos.
Insultos racistas contra Maroan
Pasado el primer cuarto de hora, y justo antes de que el juego se detuviera más de tres minutos por insultos racistas contra Maroan (denunciados por Iñaki Williams), el Athletic respondió con una triangulación, invalidada a posteriori, entre Sancet, el propio Iñaki y Berenguer, que no llegó a remachar al segundo palo un balón envenenado del internacional ghanés.
Aunque las más claras del primer acto corrieron a cargo de Maroan, cuyo zurdazo a bocajarro obligó a Joan a poner a funcionar la alas, y, sobre todo, Puado, incapaz de encontrar, en posición franca, los tres palos después de un caramelo de Jofre desde la banda derecha.
Un tiro desviado de Romero, previa pared con Puado, supuso la última intentona espanyolista antes de enfilar el túnel de vestuarios. Tras el descanso, los mismos 22 que empezaron el encuentro y la sensación de que, con todo muy igualado, el más mínimo detalle podía decantar la balanza.
Salieron mejor los leones, obligando a Omar, ubicuo, a multiplicarse en tareas defensivas, pero fueron los pericos, poco después de que Maroan desperdiciara un gran balón filtrado de Berenguer, los que lanzaron el primer zarpazo de la tarde. Vivian cedió atrás un (aparentemente) inocente saque de banda y Unai Simón, sospechoso habitual, se durmió en los laureles, permitiendo que Roberto se abalanzara sobre él y sumara, de la forma más inverosímil, su segundo gol con la blanquiazul.
Reaccionó Valverde, dando entrada a Nico y Vesga, primero, y De Marcos y Paredes, ya en el 70’, viendo que, más allá del 1-0, el Espanyol vivía sus mejores minutos, levitando por momentos sobre el césped. Motivo de más para que el definitivo 1-1, obra de un enrachado Sancet, doliera el doble en Cornellà-El Prat.
El ‘Lince’, autor de un ‘hat-trick’ en la última jornada, enseñó las garras en el 77’ con un potente derechazo a bocajarro que repelió Romero. No hubo un segundo aviso. En la jugada inmediatamente posterior, Sancet empaló de primeras un saque de esquina botado por Nico, con la fortuna de que su volea tocó en Calero, despistando a un Joan que nada pudo hacer.