El Silbö San Pablo Burgos sigue imparable al frente de la clasificación y se impuso a un Monbus Obradoiro que llegaba al Coliseum después de cuatro victorias consecutivas y que, pese a que pronto se vio con desventajas que rondaban los 10 puntos, no tiró nunca la toalla. Ni siquiera cuando, en el minuto 23, los burgaleses se colocaban con 21 puntos de renta.
Se mostró intratable el Burgos en los primeros compases del encuentro, con una defensa que asfixiaba al Obradoiro y un ataque letal, los de Savignani ponían pronto el 5-0 en el electrónico. Movían bien el balón los locales, hasta encontrar huecos en la defensa de un Obra que, pese a que conseguía anotar sus primeros puntos, se veía incapaz de frenar a un rival que al minuto cuatro llegaba con un 100% de efectividad en sus lanzamientos y 6 puntos ya de renta (11-5).
No pintaban bien las cosas para los de Félix Alonso, que trataban de mantener la calma y conseguían, al menos, no perder balones. Otra cosa era acertar con el aro contrario, algo que se les resistía ante la buena presión en la zona y el buen trabajo en las ayudas del conjunto cidiano, que seguía ampliando rentas (13-5). Balvin anotaba para los visitantes tras dos minutos de sequía y cuatro puntos consecutivos suyos permitían a los gallegos mantenerse en el partido (16-10, minuto 5).
No conseguía el Obradoiro frenar la avalancha de juego de los burgaleses que, a 3 minutos del final del primer cuarto conseguían superar la barrera de los 10 puntos de renta (23-12). Aguantaba el Obra como podía ante el ritmo frenético que los locales imprimían al encuentro y, pese a que no conseguía reducir diferencias, conseguían al menos que esta no fuese a más en lo que restaba de cuarto (29-18).
Apretaban los santiagueses en el inicio del segundo cuarto, provocando el segundo error de lanzamiento y el primer balón perdido en las filas burgalesas, aprovechando para hacer bajar las diferencias de los diez puntos (29-20).
Cuevas y Lapornik pusieron pronto fin a la tímida reacción de los picheleiros y dispararon de nuevo en el marcador a un Burgos que no hacía concesiones (36-23, minuto 13). Pero el Obradoiro tiraba de orgullo, apretaba los dientes y movía rápido el balón para mantenerse en el partido gracias, sobre todo, al acierto de Balvin (36-25). Lo intentaban los visitantes, pero desde el exterior el Burgos destrozaba el intento de su rival por contener sus ataques y se iba hasta los 16 puntos de renta mediado el cuarto (41-25).
No tiraba la toalla el equipo de Félix Alonso que, con dos triples consecutivos de Arroyo y otro de Davison, volvía a la vida (45-34, a 2´34 para el descanso). Conseguían los gallegos mantener la intensidad hasta el final del cuarto, al que se llegaba con 49-36 en el electrónico.
No cambiaba la dinámica del partido tras el descanso. El Burgos mantenía el control del partido y el Obradoiro peleaba con uñas y dientes para evitar que la diferencia fuese a más, aunque un pequeño arreón de los locales la elevaba hasta los 17 puntos en apenas dos minutos, obligando a Félix Alonso a pedir ya su primer tiempo muerto (57-40). Uno que, de inicio, no funcionaba.
Los compostelanos no conseguían ahora frenar a los locales, que se iban hasta el 61-40 (minuto 23). Sin embargo, los cambios en defensa del cuadro visitante acababan dando fruto y los de Alonso aprovechaban las rotaciones en el cuadro local para volver a meterse en el partido, recortando las distancias hasta los 11 puntos a falta de 2´27 para el final del cuarto (67-56).
Tenía muchos problemas ahora el equipo de Savignani para conseguir posiciones de tiro y en los cuatro últimos minutos del cuarto los burgaleses solo conseguían anotar desde la línea de tiros libres. Tres lanzamientos que apenas le daban aire y permitían a un Obradoiro muy serio recortar un poco más la desventaja para entrar en el cuarto decisivo aún con posibilidades (70-62).
Se acercaban un poco más los visitantes en el inicio del último cuarto con dos tiros libres, antes de que Goloman pusiese fin a la sequía local (72-64). Seguía el Obradoiro apretando en busca de la remontada, pero Goloman y Gudmundsson sacaron a los suyos del atolladero y colocaron de nuevo los 12 puntos de diferencia en el luminoso (78-66). Restaban 7 minutos para el final. Ahí se acabó el partido para los de Félix Alonso que, aunque lo intentaron hasta el final, no pudieron ya nunca volver a acercarse a un Burgos que tiró de oficio para no dar vida al rival.