El nuevo periodo de sesiones en el Congreso iniciado esta semana pasada no solo ha servido para constatar que se mantiene el crispado ambiente político en todo el país y en especial en la actividad parlamentaria, sino también para dejar al descubierto de una forma clara y rotunda las divergencias entre CC y el PP nacional en relación con la propuesta, negociada entre Canarias y el Estado, para el reparto excepcional de 4.400 menores migrantes no acompañados desde las Islas y Ceuta al resto del territorio nacional. Nacionalistas y populares, socios de gobierno en el Archipiélago, no solo expresan ya abiertamente sus diferencias en la cuestión puntual del traslado de niños y niñas sin tutela familiar hacia otras comunidades autónomas, sino que lo hacen también respecto el debate global sobre el fenómeno migratorio, con claro posicionamiento en bandos contrarios respecto al relato que se pretende construir y trasladar a la opinión pública.

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