CC OO ha propuesto la sustitución de las calderas convencionales de gas y gasoil de los edificios públicos propiedad del Principado por otras alimentadas por biomasa, con el objeto de que Hunosa pueda ocuparse de suministrar el combustible vegetal necesario y hacerse cargo también de su mantenimiento. A juicio del sindicato, esta iniciativa permitiría generar un importante volumen de empleo, tanto directo como indirecto. La propuesta, a la que ha tenido acceso este diario, ha sido presentada en el seno de la mesa de negociación del plan de empresa de Hunosa.
Para CC OO es el momento adecuado para impulsar la medida ya que Hunosa, a través de su filial Sadim, «está en proceso de consolidarse como medio propio de la Administración del Principado». «Este nuevo estatus» –al igual que ocurre con otras entidades públicas como Tragsa, que puede ejecutar obras y servicios para administraciones sin procesos de contratación abiertos– «permitirá a Sadim asumir directamente tareas de restauración medioambiental de espacios degradados por la actividad minera, renaturalización de ríos u otros trabajos relacionados con la naturaleza». En ese marco, CC OO plantea incluir también «una nueva línea de actividad complementaria a lo anterior, centrada en la sustitución de calderas de combustibles tradicionales por calderas de biomasa en edificios públicos del Principado, tales como colegios, centros de salud, piscinas, centros de día o residencias de personas mayores».
La sustitución de las calderas sería sufragada por el Principado como propietario de los edificios y Hunosa se ocuparía de suministrar la biomasa y del mantenimiento de los equipos.
El sindicato argumenta que la futura hibridación de la caldera de la central térmica de La Pereda, conllevará «la instalación por parte de Hunosa de una planta de tratamiento de biomasa que puede ser el centro logístico para el suministro de las calderas. Con la sustitución de calderas tradicionales». Como parte del plan de acción, la central sindical fija como primer paso un estudio de viabilidad para determinar «qué edificios públicos serán prioritarios en la sustitución de calderas. Se trabajará en la elaboración de proyectos técnicos adaptados a cada edificio, evaluando aspectos como la capacidad energética requerida, la infraestructura existente y la logística de suministro de biomasa. Se pueden poner en marcha también redes de calor basadas en biomasa, aprovechando la cercanía entre varios edificios públicos». Además, añade, «se establecerán acuerdos con el Principado a través de sus consejerías y otras entidades clave para garantizar el éxito del proyecto».
La sustitución de las calderas convencionales por calderas de biomasa en los edificios seleccionados deberá incluir la adquisición de equipos, la instalación de sistemas de almacenamiento y distribución de biomasa y la capacitación del personal encargado de la operación, señala CC OO, que indica que «paralelamente, a través del Polo Tecnológico de la Biomasa (Ptebi) impulsado por Hunem (filial de Hunosa), se desarrollará una red logística eficiente que garantice el suministro constante de biomasa desde fuentes locales sostenibles, aprovechando la gran masa forestal de la que dispone Asturias».
El sindicato entiende que, si el proyecto cristaliza, se lograría un «triple beneficio». Medioambiental, por «la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero»; económico, como consecuencia del «ahorro en los costes energéticos de los edificios públicos, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles importados»; y social, ya que «supondrá la creación de empleo estable y de calidad, tanto directo a través de Sadim, como indirecto e inducido, para la instalación de calderas y su posterior mantenimiento y suministro de biomasa», con la «dinamización de pequeñas y medianas empresas del sector forestal y energético».
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