En Georgia , otra persona murió cuando un árbol cayó sobre una vivienda en medio de intensas tormentas. Mientras tanto, Tennessee, Virginia, Alabama, Mississippi y West Virginia también sufrieron inundaciones, lo que llevó a la declaración de emergencias y operaciones de rescate.
Inundaciones severas
La tormenta provocó una emergencia por inundaciones en el noreste de Tennessee, donde el colapso de un dique causó la rápida crecida del agua en varias comunidades. Las autoridades instaron a los residentes a buscar terreno más alto , mientras los equipos de rescate evacuaban a las personas atrapadas.
En el oeste de Kentucky, más de 15 centímetros de lluvia cayeron hasta la mañana del domingo, agravando el problema. Varias residencias y asilos fueron evacuados como medida de precaución. En Virginia, los equipos de emergencia rescataron a habitantes atrapados en zonas anegadas.
Cortes de energía
La tormenta dejó sin electricidad a más de 185.000 personas en Georgia y a otros 109.000 en Alabama . En Kentucky, Mississippi, Carolina del Norte, Tennessee y Virginia, más de 30.000 hogares en cada estado sufrieron apagones. Los fuertes vientos, con ráfagas de hasta 95 km/hora , derribaron árboles y causaron daños en la infraestructura.
Los meteorólogos advirtieron que, aunque la tormenta se alejaba hacia el mar, las condiciones peligrosas continuarían, con vientos fuertes e inundaciones en los ríos durante los próximos días. El evento alcanzó un nivel 4 sobre 4 en riesgo de inundaciones extremas, una categoría poco común pero responsable de una gran parte de los daños y muertes por inundaciones.
Ante la magnitud del desastre, Virginia y West Virginia declararon el estado de emergencia y desplegaron la Guardia Nacional en algunas áreas para ayudar en las operaciones de rescate y recuperación.