Aunque la cifra total de accidentes se incrementó ligeramente, la gravedad de los mismos fue bastante menor y, sobre todo, el número de fallecidos se redujo de forma considerable. Ese sería, a grandes trazos, el balance de la siniestralidad laboral en la provincia de Alicante durante el año pasado, en el que de nuevo la construcción encabezó la lista de sectores donde se producen más accidentes.
Un balance que no acaba de ser del todo positivo, pero que sin duda refleja una evolución mucho mejor de la que experimentaron los datos a nivel nacional, donde la cifra de víctimas mortales se incrementó un 10,4%, según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
De esta forma, en total los trabajadores alicantinos sufrieron durante el año pasado 19.852 accidentes mientras realizaban sus tareas, lo que supone un incremento del 3,3%. Un porcentaje muy similar al aumento de la cifra de profesionales en activo a lo largo del ejercicio -en el que se batieron todos los récords de ocupación en la zona- por lo que la incidencia media apenas varió.
De ellos, hasta 16.714 se produjeron mientras el trabajador se encontraba en puesto de trabajo, mientras que 3.138 transcurrieron en el trayecto habitual desde su casa hasta el lugar en el que desempeña sus tareas, lo que se conoce como accidentes in itínere.
Por gravedad
Sin embargo, frente a ese repunte general, el dato que más llama la atención es la reducción de los accidentes considerados graves y, sobre todo, de la cifra que alicantinos que perdieron la vida en el trabajo. En el primer caso, el número de siniestros graves contabilizados cayó de 164 a 150, lo que supone una reducción del 8,5%, según los datos del ministerio.
Agentes de la polícía y personal de servicios funerarios en un accidente laboral, de archivo. / Pilar Cortés
Por su parte, la cifra de accidente mortales fue de 25, lo que supone cinco menos que en el ejercicio precedente, y la menor cifra desde el final de la pandemia, cuando el número de fallecidos se desplomó, por la menor actividad económica que provocó el confinamiento. Además, el descenso se registró tanto en los accidentes ocurridos en el centro de trabajo, como en los contabilizados in intínere.
En este sentido, el presidente de CEV Alicante, Joaquín Pérez, quiso reconocer el «el esfuerzo conjunto de empresas, sindicatos y administración en la implementación de políticas efectivas de prevención de riesgos laborales» y llamó a «no bajar la guardia«. «Es crucial continuar fortaleciendo las estrategias de seguridad laboral, promoviendo una cultura de prevención y asegurando que las normativas se cumplan rigurosamente para mantener y mejorar esta tendencia positiva en la siniestralidad laboral en Alicante», apunta el portavoz empresarial.
Más medios
Por su parte, la secretaria general de UGT en l’Alancatí i la Marina, Yolanda Díaz, valoró el descenso del número de accidentes mortales, pero recalcó que sigue siendo una cifra inaceptable. «Las empresas pueden y deben prevenir los accidentes laborales», defendió. Así, además de un aumento de los medios de la Inspección de Trabajo, Díaz también reclama la creación de la figura de una especie de delegado territorial de prevención que pueda realizar esta tarea en aquellas empresas y centros de trabajo que carecen de representación sindical por ser demasiado pequeños, ya que señala que la incidencia de esta lacra en menor donde hay un responsable en la materia presente.
En cuanto a la distribución por sectores, la construcción repito como la actividad con una mayor cifra de siniestros, con 2.971; seguida por la industria manufacturera, con 2.625; el comercio, con 2.587; y la hostelería, con 2.168.
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