El control reflexivo
Es el control que alguien ejerce sobre las decisiones de su oponente, al que impone suposiciones que cambian su forma de actuar, con lo que se produce una sustitución de los factores de motivación del enemigo, que se ve incitado a tomar decisiones que le perjudican.
Entre las herramientas utilizadas, cabe destacar: la intimidación, el camuflaje, la desinformación, el engaño, la provocación, el chantaje, la división…
En todas late el impacto electoral, con el alarmismo (la ultraderecha) como una de las formas más eficaces de ganar unas elecciones, explotando estereotipos morales de comportamiento, factores psicológicos e información personal, si bien esta táctica requiere información sobre el enemigo, con un alto grado de detalle y calidad.
Con la irrupción de Donald Trump (DT) y las secuelas geopolíticas que desencadena, este control tiene ventajas significativas sobre los métodos tradicionales basados en la utilización de medios militares.
MIEDO: En vísperas del primer mandato presidencial, DT entrevistado por los periodistas Bob Woodward y Robert Costa, se hizo un selfi con este comentario: «El verdadero poder es el miedo».
El flamante ganador -a los 78 años- del segundo mandato ha utilizado una de sus herramientas favoritas: el control reflexivo con el que debilitar y destruir la contradicción a sus designios más inicuos, sirviéndose de tácticas de presión para que críticos y opositores, tribunales, empresas y medios de comunicación se acaben rindiendo.
Resulta inaudito que la gente tenga que defenderse del abuso de poder de alguien que reclama la inmunidad, descabellada, que se le ha concedido. Todo ello resuena al emperador Tiberio, al que no le importaba que la gente le odiara mientras le temieran.
Envalentonado por su base incandescente, indómito por la victoria en voto popular y espoleado por algún zurupeto que ande por ahí, inventa enemigos para infundir miedo a sus seguidores y quiere que la disidencia sea tan dolorosa que resulte intolerable.
Los gerifaltes de las empresas tecnológicas, que habían desafiado la desinformación, el discurso del odio y las críticas en el primer mandato, le han colmado de elogios públicos y donaciones millonarias para su inauguración, pero ni un centavo ha ido a parar a las víctimas del incendio de Los Ángeles.
En tanto que presidente, utilizó el poder para hacer la vida imposible a quien pretendiera, lo que muestra un signo de debilidad e inseguridad. Y uno se pregunta ¿a qué teme tanto?
DEPORTACIÓN: Si bien ha dicho, con la boca pequeña, que los migrantes deben entrar legalmente -lo que parece razonable-, una de sus propuestas electorales fue llevar a cabo «la mayor operación de deportación en la historia de América», con el sellado de la frontera y la expulsión de inmigrantes que están ya dentro.
La llamada «Operación Aurora», siguiendo el modelo de la calamitosa «Operación Espalda mojada» (Eisenhower 1954), está respaldada con una ley utilizada en tiempos de guerra, que contempla la expulsión de los enemigos que invaden Estados Unidos y da cobertura legal -de acuerdo con la jerga acostumbrada- a la deportación de delincuentes, criminales peligrosos y miembros de bandas organizadas.
Los latinos, ciudadanos estadounidenses que han votado por DT, no se dan por aludidos por los insultos -delincuentes que «envenenan la sangre del país»- pero si llega a cumplir sus promesas, se estima que unos 19 millones de latinos (incluyendo migrantes y sus familias) pudieran verse afectados.
Un ejemplo paladino de control reflexivo fue la deportación de migrantes a Colombia en aviones militares, algo que Bogotá no permitió, pero la amenaza de imposición de aranceles cambió la negativa en cuestión de minutos.
ARANCEL: En los primeros compases de su regreso a la Casa Blanca, emitió docenas de órdenes ejecutivas televisadas. La más acendrada y con efectos inmediatos, la imposición de aranceles a los vecinos (México y Canadá) y al más lejano y temido (China). La advertencia a la UE vino poco después.
A Canadá, al que ya no consideraría un país soberano, trato insolente y lenguaje arriero. Más tiento con los otros, valiéndose del fentanilo como efugio poderoso.
Nunca se ha visto a un político inmune a los efectos negativos de la inflación. Los efectos más probables de los aranceles podría ser un encarecimiento del coste de la vida. Tiene razón al identificar -con precisión- problemas derivados de la subida de los precios de bienes y servicios.
La pierde cuando anuncia un proyecto de desarrollo de inteligencia artificial de hasta 500.000 millones de dólares, al tiempo que revoca una orden ejecutiva de su predecesor para la seguridad de la inteligencia artificial.
Gran parte de la arquitectura jurídica -en la que basa sus órdenes ejecutivas- es vulnerable a la impugnación judicial, lo que plantea una pregunta irremediable ¿cumplirá las sentencias adversas del Tribunal Supremo?
Como un desdén más al Estado de Derecho, la contingencia de un desafío abierto no sería descartable. En todo caso, los tribunales serán el ámbito en el que podría asomar, temprana, la resistencia más eficaz.
Aficionado a etiquetar a los enemigos con apodos vejatorios, exigente en el acatamiento y la lealtad incondicional continuada, el método para humillar lo basa en la metáfora que crea confusión. La utiliza de forma engañosa, haciendo que la gente se sienta desorientada.
Los solícitos CEOs, que ahora despliegan una sumisión concluyente, se sentirán presionados para condescender con el programa en materia de aranceles, impuestos y políticas de gasto.
Los estadounidenses han puesto todos los poderes a la disposición de un presidente transaccional, que tiene la determinación de salirse con la suya, por todos los medios necesarios, para vengarse de quienes considera que le han traicionado o que simplemente no le han apoyado en momentos críticos.
Es pajarero pensar que alguien tendrá el valor de enfrentarse a quien, abusando del indulto, agració a los golpistas del Capitolio y reniega de los valores del verdadero poder: humildad, compasión, conciencia y disciplina.
Ese barco zarpó cuando 80 millones de estadounidenses hicieron lo contrario y le dieron una tarjeta de salida de la cárcel de por vida.
Por si quedase alguna duda sobre los efectos dimanantes del control reflexivo, nada como preguntar sobre el funcionamiento del mecanismo a colombianos, venezolanos, mexicanos y canadienses.
Iremos viendo… como el control reflexivo está presente en los trances que nos esperan.