El TSJCyL ha dado la razón a los trabajadores implicados en el caso de los ataúdes del Tanatorio Crematorio Mémora San José de Valladolid. Una lucha de casi un año que ha terminado con la balanza inclinándose a su favor.

Recientemente, este medio publicaba que la Sala de lo Social de este Tribunal confirmaba una sentencia anterior que considerada el despido improcedente de uno de los implicados.

Pero no ha sido el único, otro de los trabajadores -con iniciales D.S.– también ha logrado una sentencia favorable y una indemnización de 1.334,91 euros que ya ha sido abonada en su cuenta, tal y como ha informado a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.

Este trabajador tan solo llevaba un año en la empresa cuando ocurrieron los hechos. Y recuerda con rabia aquel 9 de abril de 2023, cuando hubo un error entre dos ataúdes por parte del personal del tanatorio. Aunque no fue hasta el día 14 cuando los despidieron.

«Fue una confusión del asesor y mi compañera. Hablaron vía telefónica. Él dio la información sobre la ropa y sala a la que había que llevarlos y nosotros seguimos órdenes», explica. 

De hecho, D.S. explica que entraba a trabajar en turno de tarde, a las 15:00 horas, y cuando llegó, ya estaba todo preparado para subir a los difuntos a cada una de las salas correspondientes.

Sorprendentemente, esta no fue la única confusión en un terrible malentendido que terminó con cuatro despidos. Cuando subieron a uno de los fallecidos a la sala, los familiares «tampoco identificaron que no era él».

Sin embargo, en el momento en el que la otra familia implicada se fue a despedir del difunto, se dieron cuenta de que algo estaba mal. Su hijo dio la voz de alarma asegurando que no se trataba de su padre. Y así era.

En ese momento, el ataúd se dirigía a Mucientes para que la otra familia lo pudiera enterrar. Mientras este debería haberse quedado en Valladolid. Un suceso que provocó una gran alarma en el tanatorio y por el que se abrió una investigación interna para esclarecer lo ocurrido.

Este exempleado señala también al jefe de servicio, encargado de resvisar el proceso y responsable de dar el visto bueno de que todo está en orden: «Se lavó las manos y el marrón nos lo comimos nosotros, pagamos cuatro cuando hubo más gente implicada».

De este modo, el TSJCyL asegura que «no se sabe con certeza si el error se produjo al introducir los cadáveres en «ataúdes equivocados o al llevar los ataúdes a la sla que no correspondía». Motivo por el cual declaran improcedente el despido de los trabajadores. 

Solo uno de ellos decidió no recurrir su despido, ya que, según aclara D.S., llevaba «muy pocos meses y la indemnización sería pequeña». Asimismo, la compañera, que estuvo en contacto con el asesor, «pidió la readmisión».

Un final agridulce que no satisface a este exempleado ya que, lamenta, «me han cerrado las puertas por una equivocación que no ha sido mía». Critica que al resto de funerarias «les da lo mismo que no tenga culpa».

Y es que, recientemente, tuvo una oferta de trabajo en una de Palencia pero, al conocer estos hechos, decidió no contratarlo. «En Valladolid ya no tengo derecho a trabajar en ningún tanatorio mientras el asesor sigue trabajando y ha sido uno de los principales responsables», matiza.

Una batalla que ha ganado a medias, ya que, pese a que ha recibido una indemnización y ha logrado demostrar que no tuvo nada que ver, sigue sin poder ejercer en los tanatorios tras estos hechos.

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