«Montilivi és la clau, gironins!», publicaba el club a través de sus redes sociales un par de días antes de la visita intersemanal del Getafe. Cuando las cosas no van del todo bien, Montilivi es siempre el mejor aliado para salir del bache. Puede marcar diferencias. Eso sí, si tienes enfrente a un equipo como el Getafe, no te queda otra que controlar muchos otros detalles para terminar celebrando la victoria. Y vaya si sería importante. Primero Uche, pese al empate de Yangel, y Borja Mayoral después, sacaron de quicio a un Girona que se va alejando de Europa (1-2).
El ‘efecto Bordalás’ puede poner a cualquiera contra las cuerdas. Si no que se lo digan a Hansi Flick. Un fútbol que se sale de la norma, ‘diferente’, pero efectivo. Y eso que ‘su’ Getafe es el equipo con menor tiempo efectivo de toda LaLiga EA Sports. Y con esa idea se plantó José Bordalás en Montilivi, buscando su cuarta victoria consecutiva como visitante en la competición, con el mismo once que derrotó al Alavés en Mendizorrotza.
Míchel, sin embargo, optó por agitar algo más el avispero e introducir hasta cinco cambios en la alineación respecto a la que sacó en San Mamés. Arnau – ya recuperado -, David López, Blind, Romeu y Stuani – debutante en un once liguero. Arthur, gran atractivo de la cita, esperaría su turno desde el banquillo.
Si destacábamos la necesidad (o la obligación) de controlar la mayoría de los detalles – por pequeños que puedan ser -, ya se encargó Christantus Uche de no solo avisar, sino ‘matar’ al Girona. Ni tres minutos habían transcurrido de encuentro cuando el nigeriano castigó un error defensivo de bulto del cuadro de Míchel. No sería la primera vez que la poca precisión en campo propio condenaría al equipo. Sucedió, por ejemplo, el pasado sábado en San Mamés. En esta ocasión, Krejci intentó recortar ante la presión de Juan Iglesias, perdió el balón y Uche batió a Gazzaniga con un disparo raso cruzado,.
Jarro de agua fría tremendo sobre un Girona que no imaginaba tener que afrontar un escenario como tal. Bajo la atenta mirada de Àlex Granell, Eloi Amagat o Manolo González, el Girona debía reaccionar. Dar varios pasos al frente. Le costó algo más de la cuenta despertar, pues sería en el ecuador de la primera mitad cuando protagonizarían algún que otro acercamiento a la portería de David Soria. Bryan y Tsygankov, muy participativos en ambas alas, colgarían buenos balones al área, aunque no encontrarían remate a puerta .
El paso por vestuarios sentó de fábula a los de Míchel. Un par de revoluciones más y circulaciones de balón rápidas y precisas para pisar campo rival con peligro. Probó una volea algo complicada con la zurda David López para sorprender a un Soria fuera de sitio, pero llegó el empate. Yangel Herrera, que ya asaltó El Coliseum a balón parado, volvería a salir al rescate de los suyos rematando un córner botado por Tsygankov. Giro de cabeza perfecto para poner el 1-1 en el marcador.
La alegría, eso sí, duro demasiado poco en Montilivi. Un par de imprecisiones atrás dieron vida a un Getafe que había salido algo adormecido en la segunda mitad que se topó con su segundo tanto ni diez minutos después del de Yangel. Distribuyó Uche para Iglesias, que disparó duro a un Gazzaniga que no logró blocar y dejó el balón plácido para Borja Mayoral, que llevaba segundos sobre el terreno de juego.
Trató de mover el banquillo Míchel, dando entrada al debutante Arthur y Asprilla. Montilivi tenía ganas de ver al brasileño. Una dura entrada de Yangel sobre Terrats que en primera instancia se sancionó con tarjeta amarilla – y tras la revisión del VAR Quintero González castigó con roja -, lo cambió todo. Con criterio, tras las entradas de Arthur e Iván, y llevando el balón a las bandas lo intentó el Girona, pero no pudo ser. El Getafe se encerró atrás y Soria anduvo clave para negarle el gol a Asprilla en los minutos finales. Se escapa el ‘tren’ a Europa.