Continúa el espectáculo del abigarrado plantel de La Moncloa Pictures, con Sánchez mimetizado en Almodóvar, que no en la épica de Ford. Aunque el actor de Cuatro Caminos habría hecho carrera en la Metro con más talento interpretativo que Reagan. La industria de Hollywood está huérfana de grandes producciones, los magnates del celuloide tienen tiempo de fichar a Pedro, una vez deje la actuación a cuenta del erario público. En un solo tipo tienen la genialidad del actor, el guionista y el director, a la altura de Eastwood a punto de dejar hueco con 95 años. Entiéndase la metáfora mediante el genio de Sin perdón, nuestro cineasta patrio es otra cosa menos honorable. Ayer, un día más, el equipo de producción sanchista desplegó focos y cámaras en Sant Boi de Llobregat, escenificando la visita del presidente del Gobierno a un edificio de 40 viviendas destinadas al alquiler social. Acompañado por Illa, la ministra Rodríguez y la alcaldesa Moret, todos socialistas y bien coordinados. Sánchez, hombre de palabra, prometió en Sant Boi que de aquí al 2030 en Cataluña se construirán 50 mil viviendas sociales. Olvidó recordar las que se han levantado allí y en toda España desde que él ocupara la presidencia tras la moción defendida y ganada por el empapelado Ábalos. Ahora, donde el Gobierno tiene misión ineludible de crear casas públicas es en l’Horta Sud, lugar que Pedro no visita desde que en Paiporta tuvo que salir en volandas. La propaganda oficial solo se ocupa de la zona destrozada por la riada en clave tacticista. Así nos va.
Periodista y escritor