El crimen organizado se instala en cárceles y calles de España por encima de las estadísticas oficiales

Pasó el tiempo en el que el menudeo de drogas en prisión se basaba en tratos individuales entre quien tenía familia fuera que le trajera mercancía y pequeños grupos de clientes en el módulo. Se ha sofisticado y reglado ese micromercado bajo brutal autoridad mafiosa. Un gangster serbio condenado por graves delitos se hace con el control sobre la base de una ley: “La droga me la vendes a mí, solo a mí y al precio que yo te diga”. El camello español o marroquí ya sabe lo que pasa si no acepta.

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