Luis Rubiales se enfrenta a una petición de dos años y seis meses de cárcel por delitos de agresión sexual y coacciones tras dar un beso a Jennifer Hermoso en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
La semana pasada en el juicio, la futbolista de la Selección Española aseguró que «fueron milésimas de segundo» y que sintió que estaba «fuera de contexto totalmente, sabía que me estaba besando mi jefe y esto no ocurre ni debe ocurrir en ningún ámbito laboral».
El expresidente de la RFEF admitió que se equivocó, pero que hubo consentimiento: «Ella me apretó muy fuerte debajo de las axilas, me levantó y al caer pues le pregunté ‘puedo darte un besito’ y me dijo: vale. Eso es lo que ocurrió (…) Fue simultáneo, la pregunta, la respuesta y posteriormente vino el beso. Fue algo espontáneo, como ella declaró después del partido (…) En ese momento tenía que haber tenido la sangre más fría y haber estado en un papel más institucional, pero de ahí a que haya un delito, como usted dice, eso para nada».
David Morillo, presidente de la Agrupación de Personas Sordas de Granada y Provincia (ASOGRA), aseguró en el juicio que Rubiales le hizo una pregunta antes de besar a Hermoso: «Vi el movimiento de los labios del Señor Rubiales. Duró dos segundos la imagen que analizamos. Decía: ‘¿Te puedo dar un besito?’ No tengo margen de duda de que esas fueron sus palabras. Lo he visto varias veces y me ratifico. Lo tengo claro».
Sin embargo, el perito reconoció que solamente analizó un vídeo en el que no se aprecia si la futbolista llegó a hablar, pero aseguró que es capaz de distinguir entre las palabras «besito, piquito, bonito y poquito». Tras esto, la teniente fiscal, Marta Durántez, impugnó la prueba pericial al considerar que carecía de validez.
Marta Olmos, logopeda especializada en lectura labial y comunicación para personas con pérdida auditiva, explicó en ‘La Tarde’ de la Cope que el peritaje no es correcto, ya que es muy difícil descifrarlo con exactitud: «Es una técnica que tienes que interpretar visualmente los movimientos de labios, la cara y la lengua, pero también existe un contexto, una gesticulación más allá del movimiento labial».
La experta aseguró que, «nunca es a ciencia cierta, pero se puede intuir el ‘dame un piquito’ o ‘dame un besito’, y se pueden confundir, ya que la b y la p son bilabiales (…) Al final es igual. Sí que es verdad que puede decir una palabra u otra».