En pleno debate, incluso en el seno del propio Gobierno, sobre cuestiones como la tributación del nuevo SMI y la reducción de la jornada laboral, hay quien opina que los problemas en el ámbito laboral son más profundos. Puestos a hablar de salarios, puede ser momento de hablar de todos los salarios. Lo ha hecho este miércoles la consultora de recursos humanos Hays, que en su informe Guía del mercado laboral ha preguntado por su situación laboral a 5.600 empresas y profesionales de toda España.
De los profesionales consultados, un 65% considera que su salario no es acorde a su trabajo. Es la misma cifra que se registró en 2023, aunque empeora en un 5% lo cosechado hace un año, cuando parecía que se estaban produciendo avances. Mirando más lejos, el dato es un 9% peor que en 2021.
El problema forma parte de un fenómeno más profundo: solo un 46% de los trabajadores, menos de la mitad, están contentos con su sueldo, según reza el estudio. A ello se añaden reclamos en cuanto al tipo de jornada. Por ejemplo, a la hora de valorar los complementos salariales, un 54% de los encuestados pone por delante de cualquier otra cosa la flexibilidad horaria, es decir, no verse atrapados en jornadas de trabajo fijas e inalterables.
En tiempos en los que el teletrabajo forma también parte de la discusión sobre cómo deben ser las empresas del futuro, la flexibilidad se sitúa en importancia por encima incluso de los días adicionales de vacaciones, que son lo más ponderado entre un 44% de los encuestados. Muy por detrás quedan en importancia los seguros médicos, con un 37%, la posibilidad de tener coche de empresa (o poder pasar los gastos del coche propio), con un 20%, y los vales de comida y tickets restaurante, que son lo principal solo para un 17%.
«Con la reducción de la jornada laboral máxima de 40 a 37,5 horas, cuya aplicación sigue demorándose, y el impulso del teletrabajo, se pone en manos de los profesionales la oportunidad de demostrar su valía en términos de producción, siendo libres de escoger dónde y cómo trabajar. El teletrabajo es una cuestión que año tras año sigue abriendo nuevos debates, con grandes empresas como Amazon mostrándose en contra y otras grandes empresas como Spotify rompiendo una lanza a su favor», ha comentado al respecto comenta sobre estos datos Christopher Dottie, director general regional de Hays en el sur de Europa.
El caso del gigante de la distribución es significativo. En un lapso de menos de dos años, han pasado en septiembre de 2023 de negar tener planes para que todos sus trabajadores vuelvan a la oficina a exigirlo con la entrada de 2025, incluso a pesar de que la propia empresa reconoce que no tienen espacio para que todos sus trabajadores vuelvan.
Los empleados reclaman a las empresas honestidad con los salarios
Y ligada a la cuestión salarial, la transparencia. Menos de uno de cada tres profesionales consideran que sus empresas son lo suficientemente transparentes con los rangos y las subidas salariales. Es una cifra similar a lo registrado el año pasado y que casa también con lo que reconocen las empresas: solo un 4% de las compañías consultadas hacen públicos todos los salarios de la compañía. Y no solo eso. De cada diez, menos de dos hacen públicas las estructuras de sus bandas salariales. Además, el 65% de las empresas ha evitado establecer criterio alguno para los propios aumentos salariales.
La insatisfacción salarial se deja notar por otro lado en la disposición de los trabajadores para cambiar de empresa. En 2025, un 69% de los encuestados están buscando de forma activa un cambio de aires. La cifra es similar al 70% registrado en 2024, y superior en un 7% a lo totalizado en 2023.
Con todo, las perspectivas salariales para 2025 son ciertamente optimistas. Al fin y al cabo, muchos trabajadores tienen al menos la esperanza de mejorar su situación en los próximos 12 meses. En concreto, el 46% de los encuestados creen que su salario aumentará un 5% o más, y un 17% creen que lo hará entre un 2,5% y un 4,9%. A ellos se suma un 15% que creen que su sueldo incrementará, aunque lo hará menos del 2,4%. Un 22% creen que su salario se mantendrá en el próximo año, y solo un 1% creen que terminarán el año cobrando menos.
Para Dottie, este panorama abre una nueva situación laboral que las empresas tarde o temprano tendrán que abordar. «Con el reciente incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) y las resoluciones de la reforma laboral de 2021, se está hablando de cierta mejora de la precariedad laboral. Aunque estas medidas impactan positivamente en el bienestar de muchos profesionales, plantean al mismo tiempo importantes desafíos para el tejido empresarial español, que deberá ajustarse en sus estructuras de costes».