El aula de Teatro de la USC cumple 35 años como espacio de formación y producción teatral en Santiago. Es una cantera del ámbito escénico, y mucho más. Las razones para estudiar interpretación van de la curiosidad a la vocación pasando por un rasgo en alza: la creatividad como llave de la armonía, según dos de las personas que forman el elenco de esta obra que la compañía universitaria compostelana representa este miércoles en el Salón Teatro (20.30 h.; entrada libre).
Un tema duro con ciertos toques de humor
Lucía Casal, Antón Torrado y Laura Valeiras interpretan Agamenón, volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo, un montaje dirigido por Roberto Salgueiro. Juntos abordan un tema duro, la violencia, pero lo hacen con ciertos toques de humor.
La compostelana Lucía Casal estudia Derecho y así razona la vena teatral que la subirá al sofá compartido que supone el único atrezzo del proyecto que hoy representan en el festival.
«No me quería quedar solo en esa parte más racional del Derecho, creo que el teatro viene bien para expresarse en público y además me ayuda a cuidar la parte creativa, por eso el año pasado me matriculé en la escuela y este año decidí que quería cuidar más la parte creativa y me apunté al aula», asegura.
Eun esnayo de ‘Agamenón, volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo’, un montaje dirigido por Roberto Salgueiro. / USC
«A toda la gente que fue a ver la obra hasta ahora le gustó, salvo a mis padres porque hay una parte de violencia que se les hizo un poco dura. Es una obra intensa, pero todo el mundo la disfruta… Hace poco estuve viendo Mujeres al borde de un ataque de nervios, la película de Pedro Almodóvar, y me recordó un poco a nuestra obra porque es un drama, pero te hace reír un montón», relata Lucía Casal.
«Una herramienta muy buena para tener equilibro»
Antón Torrado, estudiante de Física natural de Cangas, ahonda en su visión de la magia teatral como mucho más que contar y vivir historias: «Estuve en compañías universitarias independientes y descubrí que me gustaba el teatro y la sensación de actuar e interpretar un papel, y sentí las ganas de tener una formación más profunda y más transversal. En ese sentido, como la compañía de teatro de la USC tiene buena fama y vi varias obras suyas que me gustaron, me pareció buena idea profundizar. Además, es algo muy distinto de lo que hago en Física, y es una herramienta muy buena para tener equilibro entre la parte más racional y calculadora y la parte más intuitiva y emocional que me puede aportar el teatro», explica Torrado.
Un premiado texto de Rodrigo García
Laura Valeiras completa este triángulo interpretativo. Ella representa a la arista más vocacional, como sus compañeros, viene de formarse en la escuela de teatro de la USC, pero quiere ser profesional. ¿Por qué?
«Como dice una amiga, es como una necesidad, como un motor para vivir… Soy de Ribeira y ya en la época infantil, en primaria, participaba en obras de teatro», cuenta esta otra estudiante de Derecho que sabe que el mundo interpretativo va sobrado de curvas. «Aparte de la Universidad, me estoy formando también fuera en el mundo de la interpretación y si el día de mañana logro ser actriz… sería muy feliz», dice esta fan de Meryl Streep antes de dar su visión de Agamenón, volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo, un premiado texto de Rodrigo García.
«Es una obra muy impactante, te lo dice todo el mundo. Impacta por el contraste que genera entre el público al tratar temas serios desde una perspectiva cómica», cuenta sobre un texto que ya escenificado antes en el Aula de Teatro de la USC, «pero que ahora se aborda de una forma muy distinta», aclara Roberto Salgueiro, director y responsable de la puesta en escena de una obra que ahora aliñan con algún otro texto del citado dramaturgo argentino.
![Roberto Salgueiro, Paula Domínguez Valeiras y Paulo Mouriño, con un premio recibido en 2024 en Vilnius (Lituania).](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/c7dd937f-bc1d-4f43-be87-048798035c11_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
Roberto Salgueiro, Paula Domínguez Valeiras y Paulo Mouriño, con un premio recibido en 2024 en Vilnius (Lituania). / USC
Salgueiro: «El movimiento teatral universitario en la USC implicó a 127 personas en 2024»
Roberto Salgueiro es el alma del teatro en la USC. En 2024, el montaje previo, Antropología del beso, interpretado por Paula Domínguez Valeiras y Paulo Mouriño, ganó un premio del festival de teatro universitario de Vilnius (Lituania) y ahora está al frente de Agamenón, volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo. «Es un texto muy maleable, con muchas posibilidades y muy útil a nivel de dramaturgia para adaptarlo a cada perfil interpretativo. Es una obra atrevida y arriesgada porque todo sucede en un sofá y todo se centra en un gran esfuerzo interpretativo, usando humor, pero un humor duro», aclara. «La actividad teatral en la USC siempre gozó de buena salud, pero, tras la pandemia, creció. En 2024, 56 personas pasaron por su programa formativo y, en conjunto, hubo 127 personas implicadas en el movimiento teatral universitario ligado a la USC».