Dicen los veterinarios que es la gota que colma el vaso: la entrada en vigor de la normativa que regula la obligación de comunicar las recetas de antibióticos en mascotas, que les obliga a un exceso de burocracia, y que este martes les llevó a protagonizar un cierre simbólico en clínicas de toda España. Pero, añaden, hay muchos otros problemas que azotan al sector. El acceso a los medicamentos para ofrecer una atención de calidad a cada especie o la reducción del IVA del 21% -«abusivo e injusto», señalan- en los servicios veterinarios, son otros asuntos que les afectan, indican fuentes de la Organización Colegial Veterinaria (OCV) a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. «Hay mucho hartazgo», resumen.
La OCV ha convocado una asamblea general extraordinaria de presidentes el viernes 14 de febrero. El objetivo, analizar la reciente entrada en vigor, el 2 de enero, del RD 666/2023, que regula la citada obligación de comunicar a través de PRESVET las recetas de antibióticos. PRESVET es el Sistema Informático Central de Control de Prescripciones Veterinarias de Antibióticos. Un asunto, señala el Consejo, en el que han surgido «más complicaciones de las previstas con el consiguiente malestar entre clínicos de pequeños animales«.
Al Ministerio de Agricultura
Según ha señalado el presidente de la Organización, Luis Alberto Calvo, están evaluando las causas «de esta preocupación»y por ello, se han reunido con representantes de diferentes ámbitos de la profesión, como asociaciones sectoriales, universidades, academias y veterinarios clínicos, para conocer los problemas generados y tratar de buscar soluciones, que quieren plasmar en un documento concreto y consensuado para trasladar a los Ministerios de Agricultura y de Sanidad.
Calvo ha recordado que la OCV ya presentó alegaciones al citado Real Decreto, recogiendo la opinión de los clínicos de animales de compañía y que, el pasado mes de noviembre, celebró una asamblea general de presidentes, también monográfica, para explicar los posibles inconvenientes que pudiera suponer la utilización de la receta electrónica y su proceso de comunicación a la plataforma PRESVET.
Explotaciones ganaderas
Los veterinarios de explotaciones ganaderas llevan ya unos años utilizando este sistema. Es a partir de este año cuando la norma se ha aplicado a los veterinarios de mascotas, un sector muy amplio y con una casuística muy diferente a la ganadería. Señalan desde el Consejo, se están dando problemas en su aplicación y, por ejemplo, no permite rapidez en casos de urgencia.
«Es injusto y abusivo porque la salud de las mascotas es también la salud de las personas», señalan sobre el IVA del 21%
Pero, insisten, no es el único problema al que se enfrentan. No cejan en el empeño de que los servicios tributen a un tipo reducido de IVA revirtiendo la situación que viven desde el verano de 2012, cuando el Gobierno decidió aplicar el normal del 21 %. «Es injusto y abusivo porque la salud de las mascotas es también la salud de las personas, por tanto, no debería tributar. Ninguno de los gobiernos que ha habido desde entonces, ha tenido en cuenta la petición», inciden desde la OCV.
Además, añaden otro problema: la dificultad en el acceso a fármacos y el régimen sancionador «desproporcionado con unas cuantías astronómicas que no tienen mucho sentido». Este mismo martes, tras apoyar el paro convocado por sus compañeros en clínicas de mascotas de toda España, el Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios recordaba que los profesionales llevan «décadas ajustándose a una restrictiva regulación en materia de medicamentos».
El acto clínico
Este marco legal prohíbe a los veterinarios suministrar medicamentos y restringe su actuación en este terreno a su aplicación en el mismo acto clínico o a la cesión del fármaco cuando la continuidad del tratamiento pueda verse comprometida, indica el consejo autonómico. En la práctica, la legislación propicia que el tutor del animal se tenga que enfrentar a grandes dificultades para obtener el fármaco de manera rápida a través de los canales disponibles, lo que retrasa el tratamiento y compromete la salud del animal, indican desde este órgano colegial.
Ni siquiera los medicamentos que no necesitan receta (como pipetas o antiparasitarios) pueden ser comercializados en las clínicas, «aunque sí sea legal hacerlo en cualquier tienda de suministros de animales, pajarería, supermercado o gasolinera», se queja el consejo valenciano.
Además, concluyen, casi todos los países de nuestro entorno (Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda o Bélgica, citan) permiten la venta minorista de medicamentos por veterinarios a sus pacientes. De igual manera, refuerzan la idea de que siendo el servicio veterinario una cuestión también de salud pública -que evita, por ejemplo, la afección a personas de zoonosis animales- «no tiene ningún sentido que siga tributando al tipo máximo del 21% y no como antes, a uno reducido».