En el pasado, el movimiento de las orejas nos habría ayudado a oír

Escuchar atentamente activa pequeños músculos del oído, los mismos que permiten a algunas personas mover las orejas, según muestra un nuevo estudio. En el pasado, podrían habernos ayudado a oír, como sucede con otras especies. Ahora, estos músculos vestigiales no nos ayudan a oír, pero se activan cuando requerimos un esfuerzo extra al identificar un sonido. La información puede ser útil para desarrollar audífonos más eficientes para personas con problemas de audición.

Fuente