En el corazón de los Pirineos, en la provincia de Lleida, se encuentra un pequeño y encantador pueblo que, lejos de ser uno más del montón, ha logrado destacar por su belleza natural y su invaluable patrimonio histórico. Este pintoresco rincón, donde el tiempo parece haberse detenido, ha sido reconocido por National Geographic como el segundo pueblo más bonito de España en 2025. Estamos hablando de Taüll, una joya escondida en el Valle de Boí, que con sus encantadoras casas de piedra y su impresionante entorno pirenaico, se erige como el orgullo de la provincia catalana.
Taüll, además de ser un destino ideal para los amantes de la naturaleza y el turismo activo, es un auténtico santuario del arte románico. La localidad alberga dos de las iglesias más emblemáticas de este estilo en toda Europa: la iglesia de Sant Climent y la de Santa María. Ambas datan del siglo XII y están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000, dentro de la agrupación de templos románicos de la Vall de Boí.
Lo que hace a estas iglesias aún más especiales es su conexión con la historia del arte. La iglesia de Sant Climent, situada en la parte baja del pueblo, destaca por su impresionante torre campanario de seis pisos, que se alza como un faro en medio de la tranquila localidad. Además, un innovador juego de luces mediante videomapping permite a los visitantes admirar las pinturas originales del ábside, en particular la célebre imagen del Pantocrator, una de las más grandes joyas del románico catalán, que hoy se conserva en el Museu Nacional d’Art de Catalunya de Barcelona.
Pinturas de Santa María de Taull, 1123, Procedeixen de l’esglesia parroquial de Santa María de Taull(la Vall de Boi, Alta Ribagorca), Medieval Romane
No menos impresionante es la iglesia de Santa María, en la plaza central del pueblo. De similares características y también de estilo lombardo, destaca por su torre campanario de cinco pisos y su interior, donde se pueden ver reproducciones de las pinturas murales que adornaban la iglesia en su época dorada. Este magnífico legado histórico, que une a Taüll con las tradiciones lombardas del norte de Italia, convierte a este pequeño pueblo en un referente para los amantes del arte medieval.
Un pueblo con encanto y tradición
Más allá de sus tesoros artísticos, Taüll es un paraíso para los amantes de la naturaleza. El pueblo está rodeado por el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, uno de los espacios naturales más bellos de los Pirineos, donde se pueden realizar todo tipo de actividades de turismo activo, como rutas de senderismo, escalada, ciclismo y deportes de montaña.
La belleza del paisaje pirenaico, con sus picos nevados, lagos de aguas cristalinas y bosques frondosos, ofrece a los visitantes un entorno de una pureza casi intacta. Es el lugar ideal para desconectar del bullicio de la vida urbana y sumergirse en la serenidad de la naturaleza más salvaje.
Con el reconocimiento del sello «Poble amb Encant» otorgado por la Agencia Catalana de Turismo, Taüll se une a un selecto grupo de localidades catalanas que destacan por su belleza y atractivo. Este distintivo no solo pone en valor la riqueza arquitectónica del pueblo, sino también su capacidad para atraer a quienes buscan un turismo más auténtico y cercano a las tradiciones.
![Sant Climent de Taull, Valle de Bohi (La Vall de Boi) Comarca catalana de la Alta Ribagorza, provincia de Lérida](https://imagenes.cope.es/files/content_image/uploads/2025/02/11/67aaabc4e9207.jpeg)
Sant Climent de Taull, Valle de Bohi (La Vall de Boi) Comarca catalana de la Alta Ribagorza, provincia de Lérida
En este sentido, Taüll es también un referente de la cultura popular catalana. Durante la Fiesta Mayor, que se celebra el tercer fin de semana de julio, el pueblo se llena de vida con una serie de eventos tradicionales como la bajada de les falles, el ball Pla y la Pila, que permiten a los visitantes sumergirse en el folclore y las costumbres locales.
Un destino en auge
Con su encantador casco antiguo, su arquitectura románica y su entorno natural, Taüll ha logrado posicionarse como uno de los destinos más atractivos de Cataluña. Su nombramiento como el segundo pueblo más bonito de España por National Geographic en 2025 no es más que la culminación de una trayectoria de crecimiento sostenido, que ha puesto en valor tanto su patrimonio histórico como su entorno natural.
Este pequeño pueblo de Lleida se ha convertido en un lugar de peregrinaje para los amantes del turismo cultural, activo y rural. Un rincón donde el pasado y el presente se encuentran en armonía, y donde cada piedra, cada rincón y cada paisaje cuentan una historia que merece ser vivida. Sin duda, Taüll es uno de esos destinos que deja huella y que todo viajero debería tener en su lista de lugares imprescindibles por descubrir.