El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió el lunes que Israel debería terminar con el alto el fuego en Gaza y reanudar los combates si Hamás no libera a todos los rehenes antes del fin de semana. Esto se produjo después de que el grupo terrorista anunciara un retraso en la liberación prevista para el sábado, lo que aumentó la incertidumbre sobre el futuro de la tensa tregua.

Durante una conversación con periodistas, Trump reconoció que Israel podría optar por ignorar su ultimátum, aunque no descartó hablar con el primer ministro Benjamin Netanyahu. Aun así, expresó su preocupación por el destino de los cautivos, temiendo que muchos de ellos no sobrevivan si no se concreta su liberación en los próximos días.

“Si no son devueltos antes del mediodía del sábado, yo diría que hay que cancelar la tregua y desatar el infierno”, afirmó Trump, dejando clara su posición. Estas declaraciones llegaron poco después de que Hamás anunciara la suspensión de la próxima liberación de rehenes israelíes en respuesta a supuestas violaciones del acuerdo por parte de Israel.

Trump manifestó su frustración tras ver el deteriorado estado físico y psicológico de tres rehenes liberados el sábado. Esta situación lo llevó a cuestionar el acuerdo de liberaciones escalonadas entre Israel y Hamás, aunque él mismo había impulsado el alto el fuego que entró en vigor el 19 de enero. “Queremos que todos regresen”, destacó, rechazando el proceso lento de liberaciones parciales. Además, advirtió que, según su percepción, muchos de los cautivos podrían morir en poco tiempo si no se resuelve la situación. “El sábado a las 12 será un punto de inflexión”, advirtió.

Las amenazas de Trump recordaron las advertencias que hizo antes de asumir la presidencia, cuando afirmó que habría consecuencias drásticas si no se alcanzaba un acuerdo de paz antes del 20 de enero. “Hamás entenderá lo que quiero decir el sábado a las 12”, declaró, sin dar más detalles.

Hamás ha liberado hasta ahora a 16 israelíes y cinco rehenes tailandeses como parte de la primera fase del acuerdo, a cambio de la excarcelación de cientos de detenidos palestinos. Sin embargo, aún quedan 73 rehenes en Gaza de los 251 que el grupo capturó durante su ataque del 7 de octubre. En ese ataque, Hamás invadió el sur de Israel, asesinando a unas 1.200 personas y tomando rehenes, incluidos los cuerpos de al menos 34 víctimas confirmadas por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

El acuerdo contempla la liberación de 33 israelíes en su primera etapa. En fases posteriores se negocian la liberación de más rehenes y la posible retirada militar israelí de la Franja. No obstante, el lunes, Hudhaifa Kahlout, portavoz del ala militar de Hamás, conocido como “Abu Obeida”, denunció que Israel no ha respetado sus compromisos, señalando que las FDI obstaculizan la ayuda humanitaria y atacan a palestinos que regresan al norte de Gaza.

“Reafirmamos nuestro compromiso con el acuerdo, siempre que la ocupación cumpla con sus términos”, aseguró el portavoz. Posteriormente, Hamás manifestó disposición para cumplir con la liberación programada si Israel detiene sus presuntas violaciones. Explicaron que comunicaron la decisión con cinco días de anticipación para permitir a los mediadores presionar a Israel y asegurar que se cumpla el acuerdo.

Ante estos hechos, Netanyahu adelantó una reunión clave de su gabinete de seguridad, mientras que el ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó a las fuerzas militares mantenerse en máxima alerta.

Por otro lado, Trump advirtió que podría suspender la ayuda a Jordania y Egipto si estos países no aceptan recibir a refugiados palestinos que él propone reubicar desde Gaza. Tanto Egipto como Jordania, aliados estratégicos de Israel, dependen en gran medida del apoyo económico y militar estadounidense. Sin embargo, ambos países rechazaron la propuesta de Trump, que ha sido calificada por la ONU y organizaciones de derechos humanos como un intento de limpieza étnica.

Sami Abu Zuhri, alto terrorista líder de Hamás, criticó la propuesta de manera contundente, calificándola de “irresponsable”. “Estos planes pueden encender toda la región”, advirtió en declaraciones a Reuters. Mientras tanto, el secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que los palestinos podrían vivir temporalmente en otro lugar durante la reconstrucción de Gaza, aunque no descartó un desplazamiento permanente.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto informó que su representante, Badr Abdelatty, expresó el rechazo árabe al plan durante una reunión con Rubio en Washington. Según el comunicado, El Cairo teme que los palestinos se vean forzados a cruzar la frontera hacia Egipto.

En una reciente entrevista con Fox News, Trump explicó que planea construir entre dos y seis comunidades para los palestinos en lugares alejados de Gaza. “Sería un desarrollo inmobiliario para el futuro. No costaría mucho dinero y sería un hermoso terreno”, declaró. También reveló que los palestinos no tendrían derecho a regresar, afirmando que contarían con viviendas mucho mejores.

La semana pasada, en un evento junto a Netanyahu en la Casa Blanca, Trump sorprendió con su propuesta de reasentar a los 2,2 millones de palestinos de Gaza. Sugirió que Estados Unidos tomaría el control del territorio para transformarlo en la “Riviera del Medio Oriente”, generando una fuerte oposición entre los residentes de Gaza y el mundo árabe.

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