José Antonio Rovira forma parte del núcleo duro de Carlos Mazón. El presidente de la Generalitat Valenciana le fió la gestión de la Conselleria de Educación tras ganar las elecciones autonómicas de 2023, un área que había sido gestionada por Compromís durante los ocho años previos.

El departamento se convirtió en aquel momento en la diana de los ataques del PP por las políticas lingüísticas que había impulsado el Ejecutivo de Ximo Puig. Desde que cambió el Consell, Rovira ha tratado de revertirlas con medidas como la modificación de la Ley de Plurilingüismo, que permitió eximir a las comarcas castellanohablantes de la enseñanza en valenciano. 

Otro ejemplo es, precisamente, la Ley de Libertad Educativa que, entre otras cuestiones, plantea una consulta a los padres sobre la lengua en la que quieren que estudien sus hijos. Una votación que tendrá lugar en dos semanas. Se podrá votar del 25 de febrero al 4 de marzo.

Rovira explica que esta consulta es «pionera» en España, ya que se hace «antes de la matrícula» de los niños en los centros. Prefiere no entrar a valorar las campañas que se han puesto en marcha por parte de algunos colegiosa favor del valenciano, pero sí insiste en que su conselleria quiere que «los padres voten». Y que haya participación: «Por debajo del 50% no me gustaría, y entre un 60 y 70% sería un éxito». 


El conseller de Educación, en su despacho. Biel Aliño

Ya hay fecha. La consulta para elegir lengua base será del 25 de febrero al 4 de marzo. ¿Lo tienen ya todo listo?

Estábamos esperando que nos llegara el informe del Consell Jurídic Consultiu, que no es vinculante pero sí preceptivo porque las votaciones de las familias las regulamos mediante una orden, y no mediante una resolución.

La resolución hubiera requerido de menos trámites, pero hemos querido que todo esté bien armado jurídicamente porque sabemos que por parte de la izquierda van a llevarla a los tribunales, como están haciendo con todo lo que ponemos en marcha.

En cualquier caso, la votación empezará los últimos días de febrero, la semana del 25, y se podrá votar hasta el 4 de marzo. Esto nos va a permitir un margen suficiente para poder hacer la planificación del próximo curso.

¿Qué le parecen las campañas que están haciendo algunos colegios a favor del valenciano?

Yo creo en la libertad y por eso damos libertad de elección. La Conselleria en ningún caso va a decir: ‘vote usted castellano o vote usted valenciano’. Nosotros queremos que sean los padres los que elijan, y no la Administración la que imponga en qué lengua se estudia. 

«Nosotros queremos que sean los padres los que elijan, y no la Administración la que imponga en qué lengua se estudia» 

Vamos a hacer una votación en segundo ciclo de Infantil, Primaria y hasta 3º de la ESO. Los expertos dicen que los niños deben aprender la etapa de lectoescritura en su idioma habitual. Por lo que nosotros, así, lo que hacemos es meterle más carga de la lengua habitual que se hable en la casa.

¿Quién sabe mejor eso? Los padres, no la Administración. La Administración no sabe qué lengua habla cada uno en casa. Las familias que hablen valenciano, sus padres elegirán valenciano y el niño o niña estudiará un 65% en valenciano, un 25% en castellano y el otro 10% en inglés. Y en caso de hablar castellano, viceversa.

Esto en zonas valencianoparlantes. En las que no lo son, lo que hacemos es terminar con la imposición del valenciano, porque son zonas que la propia Llei d’Ús i Enseynament del Valencià te dice que sólo hay un idioma. Es una parte pequeña de la Comunidad, pero está ahí, existe.

José Antonio Rovira durante la entrevista de EL ESPAÑOL. Biel Aliño


José Antonio Rovira durante la entrevista de EL ESPAÑOL. Biel Aliño

¿Cuánto porcentaje de cada lengua se va a estudiar en cada curso aproximadamente?

A partir de  de Primaria, se monta lo que entendemos que es un sistema equilibrado: el 50% en la lengua que elijan los padres, el 30% en la otra, y el 15-20% que queda, en inglés. De manera que la diferencia entre una y otra sea más o menos del 20%. 

Me resulta curioso que se diga que no hago bien mi trabajo porque en lugar de defender que la Administración diga en qué lengua deben estudiar los niños, dejo que sean los padres los que lo decidan. Pues sí, es que creo que deben ser las familias las que decidan esa cuestión.

«Me dan igual las campañas que se hagan a favor de una lengua. No me importa en absoluto el resultado. Solo la libertad de poder elegir valenciano o castellano»

A mí las campañas que haga quien quiera, me dan exactamente igual. No me importa en absoluto el resultado. Lo que he hecho ha sido, simplemente, poner en marcha un sistema para que los padres puedan elegir. Nos importa la libertad.

¿Tienen constancia de si es la primera vez que se hace algo así en una comunidad autónoma? 

En Galicia se hizo una parecida, pero no igual, ya que una vez que los niños estaban matriculados se les pedía a las familias que marcaran la lengua. La novedad  es que lo hacemos antes de la matriculación, al inicio del proceso. Por lo que, sí, es una consulta pionera en la que más de medio millón de familias están llamadas a votar libremente. 

Nosotros nos presentamos a las elecciones diciendo que derogaríamos la «ley de la estafa lingüística» de 2018, que promovía un falso plurilingüismo en el sistema educativo valenciano.

También nos comprometimos a aprobar una nueva normativa que garantizase a las familias la libertad de elección de la lengua en la que quisieran que estudiaran sus hijos. Y garantizar el respeto a la diversidad lingüística de nuestra tierra y a la Llei d’Ús i Ensenyament del Valencià. Por tanto, todo esto de ahora no es un invento. 

¿Va a haber una campaña comunicativa por parte de la Administración para que todo el mundo sepa que debe votar?

Sí. La presentamos este martes para tratar de llegar a todas las familias. Además, el colegio debe informar también a los padres. Pero en ningún caso en esa campaña se va a decir ‘vote usted blanco o negro’. Más de medio millón de familias están llamadas a votar libremente. 

El conseller de Educación durante la entrevista. Biel Aliño


El conseller de Educación durante la entrevista. Biel Aliño

 

¿En qué va a consistir exactamente? ¿Cómo lo van a comunicar?

Es una campaña potente, con cartelería y anuncios en distintos medios. En ella informaremos a los padres de que habrá un periodo de votaciones y que deben elegir lo que prefieran para sus hijos. Pero también los colegios tienen la obligación de darle la comunicación a los padres, siempre bilingüe, en nuestras dos lenguas.

Esto solo respecto a la consulta, pero la Ley de Libertad Educativa no solo ha traído esto. También los títulos de valenciano, que hemos repartido ya más de 60.000 en tres meses. Permite que los alumnos puedan hacer los exámenes en el idioma que prefieran, o que los centros estén obligados a ofrecer a los padres toda la información en las dos lenguas, bilingüe. Si tenemos dos idiomas, la información debe trasladarse en los dos. 

«Los centros deben facilitar a los padres una copia de la orden en valenciano y en castellano, además del Número de Identificación del Alumno, que es lo que va a permitir votar»

¿Qué información deben trasladar los centros a los padres para votar? 

A través de la dirección en los centros públicos o la titularidad en los concertados, deben entregar a los padres de forma individual una copia de la orden en castellano y valenciano, además de la ficha del alumno que generará el programa Itaca que contiene el Número de Identificación del Alumno (NIA), que es requisito para que las familias puedan participar en la consulta y garantiza que se vota por un único alumno.

Está todo fijado en la orden que publicaremos. Y en ella también indicamos a los centros que deben comunicar todo esto a través de las plataformas como Webfamilia. Y, como mínimo, también deberán informar en el tablón de anuncios o en la página web del centro para realizar la máxima difusión. 

¿Se votará en los próximos cursos o va a ser una consulta extraordinaria?

Es extraordinaria porque es la primera vez que se hace. Nosotros hacemos la consulta ahora para que los efectos se vean en septiembre de este año. Y ya los cursos siguientes no estaría prevista porque lo normal es que si tú has votado que tu hijo estudie en valenciano, siga igual al curso siguiente. Y si por lo que fuera quisieras cambiar, deberás indicarlo cuando hagas la matrícula.

Rovira en los exteriores de la Conselleria de Educación. Biel Aliño


Rovira en los exteriores de la Conselleria de Educación. Biel Aliño

Entonces, ¿si un alumno o sus padres deciden cambiar de idea, al curso siguiente va a poder cambiar de lengua?

Se puede hacer. Los expertos te dicen que no es lo adecuado, ya que si has elegido que su lengua base sea una, lo lógico es que continúe. Pero como el sistema es muy equilibrado y lo que pretende es el conocimiento de las dos lenguas, el cambio es posible. 

¿Y por qué 4º de la ESO no va a votar? ¿Porque lo decidirán a la hora de matricularse en Bachillerato?

Exactamente. Como en Bachillerato empezamos con las especialidades, la situación se complica y se decide en la matrícula. Ahí todo depende del centro, las unidades, qué especialidades pone… Y según hayas pedido más valenciano o castellano, se acomodarán las asignaturas. Siempre con una diferencia entre las lenguas del 20%. 

¿Cuándo sabrán las familias la lengua base en la que quedan adscritos sus hijos?

Tendremos los resultados en marzo y la Dirección General de Centros Docentes tendrá que ponerse a hacer toda la planificación para el próximo curso. El resultado de las votaciones de los padres los trasladaremos a las unidades. 

¿Cuál es la horquilla de alumnos, el mínimo, para poder crear una unidad?

La casuística con la que nos podemos encontrar es variada. Imagina un pueblo que tiene dos colegios y que eligen ambos mayoritariamente al 90% valenciano. Y resulta que hay una familia que pide castellano, pues es lógico que no se pueda montar un grupo para una persona. Vamos a depender de cada caso.

Pero cuando solo haya una unidad, la lengua se decidirá por más del 50%; cuando haya dos unidades, el 75% y no menos de 25%… Aún así, esto no es una estructura cerrada, habrá que estudiar la posibilidad de que pueda haber más líneas.

¿Qué va a ocurrir con los colegios concertados? Se da la circunstancia de que casi todas las líneas solo cursan en castellano. ¿Ha habido preocupación por parte de estos centros?

No se nos ha trasladado. Y además, así como en el mundo empresarial se dice que lo más importante es el cliente, aquí en la educación lo más importante tiene que ser la voluntad de los padres.

Si en un concertado los padres deciden 50% castellano y la otra mitad valenciano, el centro tendrá que poner el profesorado adecuado para cumplir con ello. Y nosotros lo exigiremos. 

Rovira durante la entrevista de EL ESPAÑOL. Biel Aliño


Rovira durante la entrevista de EL ESPAÑOL. Biel Aliño

¿Qué ocurrirá con los alumnos cuyos padres no voten o decidan no participar en el proceso?

Se les asignará de oficio. 

¿Al más votado?

Sí, con el ajuste que podamos hacer. El éxito de esta ley es que los padres voten. 

¿Cuánta participación esperan?

En torno al 60-70% estaría muy bien. Espero que lleguemos a esos niveles. Una participación por debajo del 50% no me gustaría nada. 

«Una participación en torno al 60-70% estaría muy bien. Espero que lleguemos a esos niveles. Por debajo del 50% no me gustaría nada»

Se han elegido criterios de asignación en caso de empate o de que no ‘quepan’ en una misma unidad que se aplican en la admisión de centro, ¿por qué? 

Entendemos que tener hermanos en el centro, la cercanía al centro, familia numerosa o monoparental y demás, puede dar más preferencia. 

¿Qué porcentaje lectivo acabará teniendo el inglés?

Depende, porque hay zonas donde el inglés supone un 10%, en otras un 15% y en otras un 25%. Y también depende de la etapa. En Infantil, en torno a un 10%; en primer ciclo de Primaria puede tener en torno a un 15% o un 25%, y ya a partir de 3º de Primaria y la ESO puede estar entre un 15% y un 25%.

El consejo de gobierno de la Universitat de València (UV) aprobó un durísimo informe en el que considera que la propuesta legislativa es «discriminatoria y recesiva».

Supongo que esas personas son defensoras del modelo catalán, de inmersión lingüística sólo en valenciano, que era el que se pretendía poner aquí y se había puesto en marcha ya. Lógicamente yo soy contrario a ese modelo, nosotros defendemos que somos una Comunidad con dos lenguas.

También la Acadèmia Valenciana de la Llengua consideró que iba «en la dirección contraria a la normalización de la lengua propia». ¿Se ha tenido algún tipo de diálogo con estas instituciones?

Con la AVL sí. Hemos tenido alguna reunión y hemos tenido en cuenta algunas sugerencias que nos hicieron, y otras no. Con las universidades o consejos de universidades o consejos de filología catalana yo no tengo que sentarme a hablar. La política educativa la tiene que marcar el Consell.

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