El fallo del Premio Nacional de Tauromaquia que le ha sido concedido este martes, ex aequo con la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia (RUCTL), ha pillado a Albert Serra en París, ciudad en la que reside una parte importante del tiempo. «Me ha llamado por la mañana el presidente del jurado, Victorino Martín, y me ha dicho que había sido objeto de este premio ex aequo con la asociación de ganaderos. Y yo le he dicho que estaba muy contento», relata el cineasta a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. También la ha dicho a Martín «que me encanta además compartirlo con esta gente, porque nosotros filmamos en diferentes ganaderías, e hicimos también con ellos varias cosas de sonido, y siempre nos trataron muy bien. Así que es muy buena compañía», dice el director de Tardes de soledad, el documental por el que se ha hecho merecedor de ese premio y con el que también ganó la Concha de Oro del último Festival de Cine de San Sebastián.

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