Con motivo del 10ª aniversario del Día Internacional de la Mujer y la niña en la Ciencia, que se celebra cada 11 de febrero desde 2015, fecha en la que Naciones Unidas lo fijó en su calendario, EMALSA organizó una jornada de sensibilización y divulgación en el Centro de Explotación Llano de Las Brujas, en la que han participado mujeres trabajadoras con sus hijas, sobrinas o nietas. El propósito de esta iniciativa, un año más, fue fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas en niñas y adolescentes, romper con los estereotipos de género dentro del ámbito de la ciencia y la tecnología (STEM, por sus siglas en inglés), potenciar los roles femeninos en este sector, contribuyendo a eliminar la brecha de género, y dar a conocer en la práctica la actividad que desarrolla EMALSA, como empresa de marcado perfil científico y tecnológico.
Durante la jornada, coordinada por la Subdirección de Calidad y Sostenibilidad de EMALSA, se desarrollaron distintas actividades orientadas a poner en valor el papel y la aportación de las mujeres científicas y técnicas de la empresa mixta, así como a mostrar los controles que EMALSA realiza al agua de consumo humano para su distribución en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Brígida en óptimas condiciones. La iniciativa sirvió también para sensibilizar sobre la necesidad de un consumo responsable del agua potable y un uso correcto de la red de saneamiento.
En un contexto divertido e interactivo, ataviadas con la indumentaria de diversas profesiones del sector, las jóvenes participantes asistieron a una charla informativa sobre el ciclo integral del agua en el Centro de Telecontrol del Ciclo Integral del Agua de Las Palmas de Gran Canaria. Dicha charla fue realizada por la Técnica Responsable de la calidad del agua de consumo humano, Idaira Suárez Rodríguez. Además, se efectuaron distintos experimentos de laboratorio donde comprobaron las características de dicha agua, guiadas por la Jefa de Laboratorio de EMALSA, Mª Luisa Santana Corral. Así mismo, mediante el uso de una cámara de termografía, pudieron revisar el estado de los equipos, de la mano de la Técnica de mantenimiento electromecánico de depuración y desalación, Laura de Lorenzo Ramos.
Al final de la tarde, se ofreció una merienda coloquio en la que cada niña expuso cuál fue su parte favorita de la jornada y en qué le gustaría trabajar de mayor. Todas concluyeron que, en caso de querer ser electricistas, ingenieras, fontaneras, científicas o lo que decidiesen, “nadie se lo impediría”.