La vivienda sigue siendo uno de los mayores desafíos en la Marina Alta. Municipios como Dénia, Ondara o El Verger han visto cómo el auge de las viviendas turísticas ha encendido el debate sobre su impacto en la accesibilidad de la vivienda, la convivencia en los barrios y el futuro urbanístico de la comarca.
Ante esta situación, algunas administraciones locales han optado por frenar la concesión de nuevas licencias con el objetivo de regular el mercado y garantizar más oferta para los residentes. Sin embargo, esta medida ha generado posturas enfrentadas: ¿es realmente la vivienda turística la culpable del encarecimiento del alquiler, o hay factores más profundos en juego?
El problema oculto: la economía sumergida
Benito Mestre, presidente del Cercle Empresarial de la Marina Alta, pone el foco en otro problema clave que, según él, está distorsionando el mercado: la economía sumergida. «Los empresarios que operan en el sector de forma legal tienen todos sus pasos regulados, pero lo que realmente está causando un problema es la actividad ilegal, las viviendas turísticas que no tributan ni cumplen con la normativa», advierte.
Además, Mestre señala que la raíz del problema va más allá de las viviendas turísticas. Argumenta que el mercado inmobiliario de la comarca sufre una combinación de factores que dificultan el acceso a la vivienda: una elevada demanda, una oferta insuficiente, normativas urbanísticas complejas, largos trámites administrativos, la falta de suelo para construir y la escasez de mano de obra cualificada.
¿Soluciones para el mercado inmobiliario?
Para abordar este problema, Mestre propone fomentar la construcción de vivienda pública en la Marina Alta y garantizar una mayor seguridad jurídica para los propietarios que quieran poner sus viviendas en el mercado. «Ahora mismo no hay seguridad jurídica para ellos, y eso frena que más viviendas puedan destinarse al alquiler residencial», asegura.
Mientras tanto, el debate sigue abierto. ¿Se debe seguir restringiendo la concesión de licencias turísticas o centrar los esfuerzos en combatir la economía sumergida? Lo que está claro es que la crisis de vivienda en la Marina Alta requiere soluciones urgentes y estructurales para garantizar el equilibrio entre turismo y derecho a la vivienda.