El amor entre Seyran y Ferit sigue siendo un terreno complicado. A pesar de la tensión que hay entre ellos, Seyran ha decidido dar un paso más en su relación al preparar un desayuno para su marido.
Aunque a Seyran le cuesta expresar sus sentimientos, ha querido sorprender a Ferit, mostrándole su amor de una manera más personal.
El joven, por su parte, sigue sin entender por qué Seyran no puede simplemente decirle que lo quiere. Sin embargo, ella se mantiene firme en su postura, explicando que esas palabras son demasiado valiosas para ella. Para Seyran, el “te quiero” no es algo que se deba decir a la ligera, sino un sentimiento que debe ser expresado solo cuando lo sienta con certeza.
Seyran ha sido clara al decirle a Ferit que no le dirá esas palabras hasta que él le demuestre, con hechos y no solo con palabras, que la quiere de verdad. A pesar de sus temores, la tensión entre ellos sigue siendo evidente, y el beso apasionado que Ferit le ha dado en la mejilla solo ha hecho que esa tensión sea más palpable.
