Esta vez va en serio, el peligro es real, muy real y no podemos ni debemos pasar de él. ¡Hay que reaccionar ya!
Desde hace un tiempo todos los síntomas en la naturaleza y en la política alertaban de la que se nos venía encima. Lo hemos ignorado creyendo erróneamente que al final se evitaría de manera natural. No ha sido así.
La elección de Donald Trump como presidente del país más poderoso del mundo ha acelerado esa sensación de peligro.
Todos sabíamos lo que podía hacer pero por alguna extraña razón teníamos la esperanza de que todo eran bravuconadas y que no sería capaz.
Error. La realidad en esta ocasión supera con creces a las previsiones y además nos hemos dado de bruces con ella demasiado pronto.
No solo está siendo capaz de poner en práctica sus locuras y excentricidades, es que además según pasan los días, incluso las horas, estas incrementan su dimensión e intensidad.
Quizás la sorpresa que más indicios nos da de que la cosa puede empeorar aún más, haya sido la “descabellada” idea de echar a los palestinos de Gaza para convertirla sin ellos en un inmenso resort, un lugar de vacaciones para los más pudientes del primer mundo.
Pero no frivolicemos sobre ello, Trump no es sólo un loco peligroso, tiene una ideología que pretende imponer a sangre y fuego.
Ante eso surge el interrogante: ¿Qué se puede hacer para evitarlo?
Desde dentro, en su país, tiene todo a su favor. Posee el poder absoluto con mayoría en congreso, senado y Tribunal Supremo. Solo queda pues la posibilidad que otros tribunales de justicia, como ya comienzan a hacer, frenen su insensatez.
Eso y la movilización popular que también tímidamente comienza a despertar.
Desde fuera con Rusia entretenida con su barbarie en Ucrania, la UE que ni está ni se la espera, una izquierda amordazada por sus insensatas luchas internas, solo queda China, que dado su sistema autocrático tampoco da para muchas esperanzas.
Como se ha visto en la reciente cumbre de la internacional de extrema derecha celebrada en Madrid, su presencia, la de Trump, les ha dado más alas de las que tenían.
Allí una mezcla extraña de Orban-Putin, Salvini, Le Pen, Wilders, más una Marìa Corina Machado desenmascarada, arropados por un Abascal exultante, han puesto negro sobre blanco su ideario en la más pura esencia de Trump-Musk.
Solo faltaba Meloni y los dirigentes de la AfD que se encuentran trabajando para ganar sus elecciones en Alemania y desde España, Isabel Díaz Ayuso que estaría mirando con envidia ese disparate.
Juntos suponen una peligrosa “quinta columna” que amenaza la democracia en Europa y el mundo.
Que no se engañe la paralizada izquierda europea, esta gente ha venido para quedarse e imponer sus propuestas de una manera u otra.
Como señalaba Lenin (que como aclaración para las nuevas generaciones no es el nuevo fichaje del Real Madrid o Barcelona); ¿qué hacer?
¿Qué podemos hacer para frenar tanto poderío de la extrema derecha mundial?
Lo primero reaccionar con prontitud, después unir las máximas fuerzas posibles, cuantas más mejor y por último proyectar una alternativa ideológica, una política diferente.
Una alternativa que contemple la justicia social, la igualdad, el respeto de los derechos humanos, al diferente, las normas democráticas de las que nos hemos dotado desde la última guerra mundial y que ellos pretenden destruir.
Y especialmente poner en práctica una inmensa labor pedagógica desde los medios de comunicación tradicionales, pero también desde las redes sociales, especialmente dirigida a esas nuevas generaciones.
Vienen tiempos extremadamente difíciles, algunos, los más veteranos ya venimos fogueados, los hemos sufrido antes, por eso tenemos la obligación de aleccionar y formar a los que viene detrás.
Solo desde la lucha, desde la resistencia, la perseverancia podemos frenarles. Pero hay que hacerlo. Porque aunque a veces no se refleje, especialmente en algunos procesos electorales, somos más, muchos más. Pero para que eso se plasme hay que despertar a una mayoría de los nuestros dormidos, o engañados.
Luchar, hacer pedagogía, resistir, formar, proponer, convencer, alertar, para vencer, para vencerles.
Este es el momento, el mundo el campo de batalla, nadie debe mantenerse al margen, nadie.
Veremos.
Fdo.: José Luis Úriz Iglesias (Ex parlamentario y concejal de PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 9 febrero 2025