En Gaza han dinamitado las universidades palestinas y han destruido los centros culturales, los museos y los archivos municipales donde se guardaba la memoria histórica de un territorio con más de 5.000 años de historia. En la Jerusalén palestina, ahora van a por los libros y los libreros. La policía israelí irrumpió el domingo en dos icónicas librerías de Jerusalén Este antes de saquear sus estanterías, confiscar decenas de ejemplares y llevarse detenidos a sus propietarios. Las autoridades justificaron la redada acusando de “incitación” a los dueños de Educational Bookshop, uno de los referentes culturales de la ciudad, a los que después acusaron de ser “sospechosos de perturbar el orden público”. La cadena de librerías palestina está especializada en el conflicto israelí-palestino y es frecuentada por académicos, diplomáticos y periodistas.
La redada se produjo después de que la policía obtuviera una orden de registro de un tribunal de Jerusalén. Durante la operación fueron arrestados los dueños de Educational Bookshop, Mahmud Muna y su sobrino Ahmad, dos conocidos dinamizadores culturales de la ciudad, que han comparecido este lunes ante la magistratura. Las librerías registradas venden toda clase de libros relacionados con la situación sociopolítica en Oriente Próximo, principalmente en inglés y en árabe, tanto de autores israelís y palestinos como internacionales, así como arte y recuerdos de la región. Una de ellas está situada en la calle Saladino, la principal arteria comercial de Jerusalén Este, y la otra junto al hotel American Colony.
“Utilizaron el traductor de Google para inspeccionar los libros y se llevaron todo lo que no les gustó”, le ha dicho al diario ‘Haaretz’, Mourad Muna, la hermana de Mahmud. “Incluso encontraron una edición en inglés de ‘Haaretz’ con una foto de los rehenes y preguntaron qué era, diciendo que constituía incitación. Se llevaron cualquier libro que tuviera una bandera palestina en la tapa”, añadió la familiar de los detenidos. Muchos de los ejemplares requisados fueron más tarde devueltos por la policía, según la prensa israelí. Con algunas excepciones, que incluyen títulos de intelectual estadounidense Noam Chomsky, el académico israelí Ilan Pappe, el artista británico Bansky o el fotógrafo y cineasta canadiense, Afzal Huda.
Persecución a los intelectuales palestinos
La policía israelí trató de justificar más tarde la redada aludiendo a la temática de algunos libros, disponibles en cualquier otra librería medianamente especializada. “La policía inició varias operaciones de investigación en las que fueron descubiertos muchos libros con contenido incitante que incluye rasgos del nacionalismo palestino, incluido un libro infantil para colorear titulado ‘Desde el río hasta el mar”. Las redadas del domingo son otra señal de la deriva del Gobierno israelí, que en 2023 prohibió por ley la exhibición de banderas palestinas en el sector árabe de Jerusalén, ocupado y anexionado por Israel desde 1967.
La organización israelí de derechos humanos, B’Tselem, instó a las autoridades a liberar de forma inmediata a los libreros y poner fin al hostigamiento de los intelectuales palestinos. “El intento de aplastar al pueblo palestino incluye el hostigamiento y el arresto de sus intelectuales”, denunció la organización. Diplomáticos de Reino Unido, Brasil, Bélgica, Francia o Suiza quisieron solidarizarse con los Muna asistiendo a su comparecencia ante el juez. “Como muchos otros diplomáticos, yo disfruto mirando libros en la Educational Bookshop. Conozco a sus dueños, la familia Muna, orgullosos palestinos jerosolimitanos y amantes de la paz, siempre abiertos a la discusión y el intercambio cultural”, escribió el embajador alemán en Israel, Steffen Seibert.