El Partido Popular exige la dimisión del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. «Y si no lo hace, el Gobierno debería pedírselo», según el portavoz nacional del PP, Borja Sémper. Este lunes se ha conocido que la UCO ha comprobado que el fiscal borró dos veces sus mensajes de WhatsApp el mismo día en el que el Tribunal Supremo abrió la investigación contra él por un presunto delito de revalación de secetos. «El que nada teme, nada borra», ha sentenciado Sémper.

Pero «el daño ya está hecho, el daño que hace el sanchismo a todas las instituciones es verdaderamente notable», a insistido Sémper, «y más en este caso, en el que la máxima institución del Estado para perseguir el delito está entorpeciendo una investigación judicial«.

Pero el portavoz de la formación presidida por Alberto Núñez Feijóo ha ido incluso más lejos: «El problema es que en eso lo único que vemos es la connivencia de García Ortiz con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez«. Es decir, que la Fiscalía no sólo actuó en la filtración por motivos políticos, sino que ahora es Moncloa la que le ampara y «pide que los españoles se disculpen» ante García Otriz.

El Consejo de Dirección del PP se ha reunido este lunes, para analizar la actualidad política. Y según fuentes internas de Génova, ha repasado «un escándalo de hoy», el del fiscal general, «que acaba tapando el de ayer y que será tapado por el de mañana».

Pero según los populares, «no podemos dejar de señalar que este fiscal, que es el ministro 23 del Gobierno de Sánchez, su esposa, su hermano, su antigua mano derecha», en referencia a José Luis Ábalos, «están todos los días abriendo las portadas de los periódicos». Para la cúpula popular, el esfuerzo es el de «no dejar de señalar esta destrucción del estado de derecho a la que Sánchez somete a las instituciones» al mismo tiempo que «no dejar de ofrecer una alternativa ilusionante a los ciudadanos».

El PP celebra este lunes unas jornadas «contra la impunidad» en el Congreso de los Diputados. La convocatoria pretende poner el foco en la llamada ley Begoña, a la que le dio ese nombre la formación conservadora, cuando el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial para vaciar de capacidades a la acusación popular, con un efecto retroactivo que beneficiaría a la esposa del presidente del Gobierno y al fiscal general del Estado, ambos imputados por graves delitos.

Así, aunque «la agenda de prouestas» del PP, admitía Sémper, «no genera tantos titulares como la agenda de escándalos del Gobierno», el portavoz popular han hecho intentado poner en valor y recordar las últimas iniciativas de su partido, como la ley de conciliación -«bloqueada por el Gobierno»-, el llamado ‘Plan Valencia’ -«sin respuesta del Gobierno»- y el ‘Plan Feijóo de Vivienda’ -«que ponemos a disposición del Gobierno, por si nos lo quiere copiar por el bien de los ciudadanos»-.

De este modo, en Génova se da por hecho que, «justo cuando la semana que viene se va a cumplir un año de este conglomerado de corrupcion» tras estallar el llamado caso Koldo, «todos los detalles vergonzosos y escandalosos llevan a Sánchez este miércoles al juzgado. Seguro que, en todo caso, va a haber más imputaciones que dimisiones en los próximos dias«.

Desafío de Vox

Sémper también ha querido salir al paso de la «amenaza» vertida este domingo por Santiago Abascal a los gobiernos autonómicos del PP de los que formaba parte Voz hasta el pasado verano. La formación de extrema derecha, envalentonada tras el congreo inaugural de Patriots, celebrado este fin de semana en Madrid, segura que no aprobará los Presupuestos de Castila- y León, Extremadura, Baleares, Aragón, Región de Murcia y Comunidad Valenciana si el PP no «rompe su alianza con los socialistas en Europa».

Para Sémper, resulta «gracioso y acostumbrado» que «una semana sea el PSOE quien insulte al PP, y a la siguiente sea Vox». Sin llegar a acusar a Absacal de compartir estrategia con Sánchez, el portavoz popular ha señalado que «la obsesión del PP es combatir a este mal Gobierno» y la de Vox «parece ser la de hacerle oposición a la oposición».

Por eso, los populares recuerdan que «esos Gobiernos ya los rompieron», en referencia a Vox, «porque el PP mantuvo sus principios», aprobando un primer reparto de menores extranjeros no acompañados (menas), el pasado mes de julio.

«Así que por mucho que griten, nosotros ofreceremos una alternativa a este mal Gobierno», dijo tras referirse a su rechazo a decreto pactado entre Moncloa y Canarias, que deja fuera de la reubicación de menores a Cataluña y País Vasco, «y mantendremos nuestras alianza claras en la UE, no las vamos a modificar ni por amenazas ni por nada».

Sémper, con una sonrisa en la boca, recordó que en el Grupo del PP Europeo «no están ni Orbán, ni Trump ni Wilders… y lo tenemos claro: al Gobierno de Sánchez le interesa darle publicadad a este acto de Vox, pero nosotros no tenemos ningún interés en hacerles esa publicidad, sino en ofrecer soluciones a los españoles».

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