Un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports advierte sobre el aumento del peligro que representa la basura espacial para la aviación comercial. La investigación, realizada por científicos de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, concluye que existe una probabilidad anual del 26% de que los desechos de cohetes espaciales reingresen a la atmósfera y atraviesen zonas de denso tráfico aéreo.
Científicos canadienses estiman que existe aproximadamente una probabilidad entre cuatro para que los desechos de cohetes que vagan por el espacio vuelvan a incorporarse al sector aéreo terrestre cada año, interponiéndose en las rutas utilizadas por la aviación comercial.
Destacan que aunque las posibilidades de una catastrófica colisión directa son escasas, aunque de ningún modo pueden descartarse, los desechos de la industria espacial podrían igualmente generar interrupciones en los servicios y costes extra para las empresas y los usuarios.
Un riesgo que crece
De acuerdo al nuevo estudio, realizado en la Universidad de Columbia Británica y que aparece en la revista Scientific Reports, la probabilidad anual del 26% en torno a que los desechos de cohetes espaciales vuelvan a ingresar a la atmósfera y pasen por una zona de vuelo concurrida, no debería pasarse por alto o menospreciarse.
Por el contrario: debería obligar a las autoridades de todas las naciones con actividad espacial a ponerse de acuerdo para regular la problemática de la basura en el espacio, que engloba múltiples riesgos para la seguridad aeroespacial y el ambiente. De acuerdo a una investigación de 2022, las posibilidades de un accidente relacionado con los restos de la industria espacial se han incrementado un 10% en los últimos 30 años.
En el estudio previo mencionado, los investigadores calcularon que existe entre un 6 y un 10% de posibilidades de que la basura espacial hiera gravemente o mate a alguien en la Tierra en la próxima década. Ahora, la nueva investigación ha utilizado la cantidad de aeronaves en el día de mayor tráfico aéreo de 2023 para compararla con la probabilidad de que fragmentos de cohetes vuelvan a ingresar a la atmósfera terrestre, en contextos de varios niveles de tráfico aéreo.
La necesidad de una regulación
A partir de una década de datos, y luego de precisar que Denver, en Estados Unidos, tuvo la mayor densidad de tráfico aéreo con aproximadamente una aeronave cada 18 km2, obtuvieron un punto de referencia que les permitió establecer una probabilidad anual del 26 por ciento para que los desechos de cohetes vuelvan a entrar en ese tipo de espacio aéreo.
“La reciente explosión de una nave espacial de SpaceX poco después del lanzamiento demostró los desafíos que supone tener que cerrar repentinamente el espacio aéreo. Además, fue una situación en la que teníamos buena información sobre dónde era probable que cayeran los restos del cohete, lo que no ocurre con los restos que vuelven a entrar en la atmósfera sin control desde la órbita”, indicò en una nota de prensa el científico Ewan Wright, autor principal del nuevo estudio.
El problema de la basura espacial no es nuevo y está aumentando peligrosamente con el incremento de la actividad en el espacio por parte de las principales agencias estatales y empresas privadas. En 2022, el regreso de un cohete de 20 toneladas provocó que las autoridades de aviación españolas y francesas cerraran partes de su espacio aéreo, generando múltiples inconvenientes.
Referencia
Airspace closures due to reentering space objects. Ewan Wright et al. Scientific Reports (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41598-024-84001-2