Cada vez son más los municipios que implementan regulaciones sobre las Viviendas de Uso Turístico (VUT). A localidades como Jaca, Canfranc, Benasque o Aínsa, se une ahora Biescas, en el Valle de Tena. La expansión de este tipo de alojamientos ha generado la necesidad de establecer un marco normativo que garantice un equilibrio entre el impulso turístico y el respeto a la tranquilidad de los vecinos.
Biescas ha llevado al pleno una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en relación con las viviendas de uso turístico. Una vez aprobada de forma definitiva, esta normativa obligará a que estas viviendas cuenten con la autorización previa de la comunidad de propietarios o, dispongan de un acceso independiente.
En esta localidad, que cuenta con un parque de alrededor de 3.000 viviendas, más de un centenar están destinadas al uso turístico. Aunque el número pueda parecer modesto, representa a unas 100 familias o grupos de turistas. Esta cifra no incluye, sin embargo, las viviendas que operan de forma ilegal.
«Con esta medida, se pretende poner fin a las molestias ocasionadas por los turistas en las zonas residenciales y, además, facilitar el acceso a la vivienda para los residentes permanentes», ha explicado en COPE la alcaldesa de Biescas, Lorena Cajal.
Hasta ahora, «no había marco legal adecuado», dice la alcaldesa, generando una competencia desleal en el mercado inmobiliario local.