Pelin ha vuelto a llamar a Ferit. Después de unos días llenos de tensión, sentía que tenía una conversación pendiente con él. Le ha dicho que no está bien, que se siente perdida y fuera de lugar.
Gülgün llamó a su madre y, tal y como le ha dicho, está de camino a Estambul, consciente de que algo no va bien en la vida de Pelin.
La joven le ha explicado a Ferit que en todos estos años nunca se había sentido tan inútil y sola: «Que mi madre se entere de todo esto es la gota que colma el vaso». Ya no puede seguir soportando la sensación de estar siendo ignorada y tratada como si no importara.
Así, Pelin le ha preguntado qué significa ella para él. Ferit ha intentado justificarse, explicándole sus dudas y confusión, pero Pelin no está dispuesta a escuchar más excusas. Le ha dicho que se aleje, que no la llame más, ni siquiera cuando tenga problemas: «Si realmente quieres que esté bien y te perdone, lo mejor será que te alejes por completo de mi vida».
Se acabó la historia de Pelin y Ferit y, esta vez, parece que para siempre. ¿Podrá ahora Pelin rehacer su vida?