La fe de Diakhaby acerca al Valencia a la permanencia

Era uno de los partidos que pueden marcar una temporada. Y el Valencia supo pelearlo, jugarlo y ganarlo. El equipo valenciano superó este domingo al Leganés en un Mestalla entregado a la causa y a Mouctar Diakhaby, que se convirtió en el héroe de la tarde con sus lágrimas en el 2-0 definitivo tras superar su calvario de rodilla.

Corberán cambió su plan de partido ante la lesión de Foulquier y puso a Luis Rioja en el lateral derecho como carrilero con Mosquera-Diakhaby-Tárrega como centrales. No confió el valenciano en el fichaje Max Aarons tras el partido de Copa. Pero Borja Jiménez sí confió en uno de sus refuerzos de invierno, el defensa Barisic, que partió de inicio.

Dos sustos se llevó el Valencia nada más comenzar el partido. El Leganés salió despierto con una primera ocasión que solventó Mamardashvili, pero que quedó invalidada por fuera de juego de Miguel de la Fuente, y con un chut de Raba al que reaccionó el meta georgiano. Barrenechea cedió atrás para Tárrega, pero no se entendieron y Raba lo intentó desde los 40 metros. Mamardashvili, ligeramente adelantado, reculó para salvar el gol cuando tan solo corría el minuto 4.

Sin embargo, el Valencia comenzó a dominar el partido con facilidad, criterio y practicidad. El Leganés perdió a Barisic en su debut por lesión en el minuto 10 ante un rival que crecía a través del balón. La primera ocasión clara de los blanquinegros llegó en una incorporación en ataque de Diakhaby. El central cedió el balón para Javi Guerra, que sacó un latigazo que se marchó rozando el poste.

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El Valencia era muy superior y a la media hora llegó el gol. Mosquera cazó con la zurda un pase de Almeida y superó a Dmitrovic con un toque con el interior. El central enloqueció, pero, sin saberlo, llegaría la locura colectiva. Cuatro minutos antes del descanso, Diakhaby marcó el 2-0 asistido por Diego López. Con su pierna derecha, en la que sufrió la grave luxación que le tuvo apartado del fútbol 330 días, puso de pie a Mestalla.

El central se lanzó al suelo entre lágrimas mientras el valencianismo cantaba “Diakahaby, te quiero”. El guion estaba siendo perfecto para el Valencia, que solo tuvo un susto de Brasanac que solventó Mamardashvili. Lejos de conformarse, el Valencia quería acabar con su rival y disipar cualquier atisbo de remontada. En la segunda parte, el equipo de Carlos Corberán buscó ampliar la diferencia ante un rival que apenas le puso en aprietos, pero el marcador no se movió pese a los intentos de Gayà, Sadiq e Iván Jaime.