Hansi Flick ha caído en gracia en Barcelona como pocos entrenadores se recuerdan. Ni siquiera cuando se produjo el bache de noviembre y diciembre el alemán fue cuestionado. Parece el padre o el abuelo que todo el mundo querría a su vera. Afable, educado y competente, ¿qué más se le puede pedir? Cuenta con La Masia y gana. Y sin azuzar controversias. Al contrario, las esquiva con la habilidad de un diplomático versado en conflictos. Así que no es de extrañar que ya apareciera la pregunta sobre su continuidad, sobre prolongar un contrato que expira en verano del 2026, pese a que lleva en el banquillo caliente del FC Barcelona apenas seis meses. Contestó con destreza. «Tengo tiempo, me queda otro año y luego ya veremos. Una temporada y dos años para un entrenador es mucho tiempo».
El Barça acumula en este 2025 un total de 10 partidos sin perder entre todas las competiciones. Ocho victorias y dos empates. Y lo más relevante, un juego seductor. Apetece ver a este equipo descarado, exuberante en muchos ratos y desbordante de entusiasmo juvenil. Vuelve a resultar tentador sacudirse compromisos sociales para quedarse a ver este Barça. El deseo generalizado es ahora mismo de desear que Flick siga por la ciudad unos años más. Lo dijo antes del partido de mañana ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán (DAZN, 21 horas), escenario accesible para mantener la buena trayectoria de este año.
«¿Si miraré el Madrid-Atlético? Primero iré al Barça B, luego cenaré y si tengo tiempo lo miraré. Es un partido interesante porque son dos de los mejores de Europa y seguramente lo miraré»
«No tengo ninguna presión. Me gusta mucho trabajar para este club, estoy contento con el equipo, creo que tenemos mucho potencial, con los jugadores que vienen de La Masia, que son muy buenos. Tengo tiempo para eso», comentó el técnico alemán sobre el asunto de su continuidad. Seguro que Joan Laporta firmaría esa extensión de contrato ahora mismo, pero ya se sabe que en el fútbol todo es volcánico.
Caudal ofensivo
El Barça de Flick, prolífico en ataque, con 3,7 goles por partido en lo que se lleva de año, llega a esta parte del calendario con la plantilla reforzada por la recuperación de muchos de sus futbolistas, algo que celebró el alemán. «Ahora no tenemos 11 o 12 jugadores, ahora tenemos muchos. Es un equipo completo, podemos controlar la carga. Necesitamos piernas frescas y nos va bien tener a tantos jugadores», dijo.
Entre ellos, ha recuperado a Gavi, que este sábado ha vuelto a entrenarse con el grupo después de unos días de ausencia por el golpe en la cabeza que se dio ante el Alavés. Iñigo Martínez ya volvió a disponer de minutos en la Copa ante el Valencia. Y lo mismo Dani Olmo. Le preguntaron sobre la dificultad de gestionar egos. Vino a decir que en un vestuario de fútbol profesional resulta inevitable esta labor. La competitividad es buena. «Tenemos a esos 17 o 18 jugadores que juegan más minutos y otros no. Pero siempre funciona así, estoy contento porque están entrenando bien. Tenemos una buena atmósfera en la plantilla, eso es fundamental para nosotros. Todos quieren demostrar lo bueno que son, esa es la situación perfecta».
Lewandowski, titular
Flick avanzó que ante el Sevilla jugará de titular Robert Lewandowski, pese a los tres goles de Ferran Torres ante el Valencia. Ferran suma ya 10 goles aun saliendo habitualmente del banquillo. Toda una garantía como relevo del polaco. Flick no descartó al valenciano, de todas formas. «Ferran puede jugar en diferentes posiciones». Quizá en lugar de Raphinha, portada ayer del France Football. O de Lamine Yamal. Ya se verá.
Como no podía ser de otra manera, le preguntaron si vería el derbi entre el Real Madrid y el Atlético. Ya se sabe que Flick no siempre está pendiente de los partidos del equipo blanco. «Primero iré al Barça B, luego cenaré y si tengo tiempo lo miraré. Es un partido interesante porque son dos de los mejores de Europa y seguramente lo miraré», dijo con sonrisa desdramatizadora. El carácter ideal para el Barça.