El Mallorca es el equipo de la Liga que más veces ha sufrido una expulsión. Hasta en seis ocasiones se ha quedado con un futbolista menos esta temporada y, curiosamente, en los dos últimos partidos jugados en casa Mascarell (ante el Betis) y Muriqi (contra el Girona) se marcharon al vestuarion antes de hora, ambas veces mediante intervención del VAR.
Sin embargo, la temporada pasada el equipo solo vio cuatro y en las de Raíllo, Maffeo y Van der Heyden las protestas tuvieron un papel determinante. La otra, la de Mascarell, que vio ante el Betis, estuvo mal pitada.
Un dato que llama mucho la atención es que cinco de estas seis tarjetas rojas fueron vistas de una forma directa porque muchas de las expulsiones suelen llegar por segunda tarjeta amarilla. Y, en las últimas cuatro, el colegiado de campo fue instado por el árbitro de la sala VOR para revisar las acciones que acabaron con la salida del terreno de juego de un futbolista bermellón.
Toni Lato fue el primero que inició la lista en la jornada cinco contra el Villarreal. Levantó la pierna a la altura de la cabeza de Yéremy Pino y De Burgos Bengoetxea lo mandó a vestuarios en el minuto 69. El portugués Samu Costa es el único de los expulsados que ha visto la doble tarjeta amarilla. Fue en la jornada once contra el Athletic, en el que en el minuto 23 los bermellones se quedaron con un jugador menos.
Un mes después, Muriqi vio la roja directa tras hacer una peineta a Jaime Mata en el campo de Las Palmas. Raíllo fue el cuarto en discordia tras tocar con la mano de una manera intencionada un balón en disputa con un adversario del Celta.
En la siguiente jornada, el kosovar volvió a ser expulsado, tras otra intervención del VAR, en la victoria bermellona contra el Girona en Son Moix. Y la sexta la vio Mascarell por una entrada a Jesús Rodríguez.
Este lunes el Mallorca se mide a Osasuna, que este curso no ha visto ninguna roja.