Antes de que el Real Zaragoza se autolesionara en la segunda parte, antes del paso por vestuarios pudo haberse adelantado el equipo aragonés. En el minuto 26, Clemente envió a la red el esférico en una jugada a balón parado. Cuando los jugadores zaragocistas ya celebraban el gol, el linier avisó al colegiado principal de que el balón había salido del campo en el lanzamiento de esquina ejecutado por Toni Moya.
Lo cierto es que en ninguna de las repeticiones ofrecidas por las cámaras de televisión se puede observar con claridad si la pelota se escapa por la lateral, motivo por el que se anuló el gol. Eso sí, de haber continuado la jugada, se habría analizado la posición de Clemente, que podía estar en fuera de juego. No obstante, la jugada estaba ya invalidada previamente, aunque la duda, a tenor de las imágenes, existe.