«Estamos ante una pieza elegante, moderna, emblemática en su propuesta arquitectónica, deportiva, cultural y medioambiental, sensible con la ciudad, con la isla y con el espacio donde está situada», destacó ayer Antonio Morales, presidente del Cabildo insular, tras desvelar el despacho de arquitectos ganador del concurso de redacción del proyecto de la obra de ampliación y reforma integral del Estadio de Gran Canaria. ‘La Nube’ fue el proyecto aprobado por unanimidad entre las nueve ideas planteadas. La propuesta ganadora está bajo el sello de L35 Arquitectos, el mismo estudio que llevó a cabo el rediseño del estadio Santiago Bernabéu.
Con una calificación de 97,71 puntos sobre 100, la innovación en el nuevo coliseo del fútbol en Gran Canaria viene de la mano de un «captabrumas holístico que nutre de agua y electricidad», según recogió el fallo del jurado, que remarcó «el conocimiento reflexivo y la sensata sensibilidad que se manifiesta hacia el lugar de su emplazamiento y a sus condicionantes, incluida la climatología».
El jurado estuvo compuesto por Antonio Morales, como presidente de la corporación insular, por Aridany Romero, en la presidencia delegada, Ricardo Pereira, jefe de servicio de Arquitectura del Instituto Insular de Deportes, Juan Torres, decano del Colegio de Arquitectos de Gran Canaria; el decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Felipe Roque; el decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Canarias Oriental, Carlos Manuel Medina; la arquitecta María Luisa González y el arquitecto Antonio Cruz Villalón.
El Cabildo insular pretende con esta actuación impulsar una transformación icónica y emocional de la capital grancanaria, y de la Isla. El presidente de la institución, Antonio Morales, resaltó que con la reforma del Estadio de Gran Canaria «se cerrará la herida del Insular». Una herida, dijo, que pasó «de un estadio que era un hervidero a otro que enfrió a la afición», en alusión a la petición de una parte de la ciudadanía que quería un estadio que volviera a tener «el calor y la proximidad» de los aficionados.
Morales subrayó que se aprovecha la oportunidad «de un espacio inacabado» para convertirlo en «uno de los grandes recintos futbolísticos del mundo» y que hará posible que Gran Canaria disponga de una nueva imagen que servirá para identificar la Isla y la capital como expresión de modernidad, vanguardia, creatividad y canariedad.
Una ‘arena’ internacional
El recinto, que financia e impulsa el Cabildo insular, pretende hacer «una dupla» con el Gran Canaria Arena, de cara a acoger todo tipo de eventos deportivos, culturales y festivales. En ese sentido, el aforo se incrementará de 32.426 a 40.000 localidades, con un máximo de 44.484 entradas para partidos de La Liga, de acuerdo con los criterios de la FIFA.
Con una inversión inicial de 101 millones de euros, las bases contemplan que el presupuesto pueda aumentar un 10% más. El consejero insular de Deportes, Aridany Romero, subrayó que la propuesta ‘La Nube’ tiene una «combinación amable» con el urbanismo de la zona. «No es una estructura de hormigón. Han tenido en cuenta la particularidad del entorno, la humedad y hasta nuestros característicos vientos alisios». Según se detalla en el fallo del jurado, se trata de una estructura cuya arquitectura es «blanca y translúcida, que desciende y se asienta en la zona como un ecoespacio holístico». Cuenta, además, «con una óptima absorción acústica que engloba su propio microclima urbano».
El decano del Colegio de Arquitectos, Juan Torres, detalló que la ubicación del estadio es de por sí particular al estar ubicado en la vaguada de un barranco «porque tenían que tener en cuenta su microclima, por las humedades que se dan en la zona, y esta propuesta lo ha entendido muy bien». Las entradas y salidas del público al recinto mejorarán con la creación de grandes espacios libres en su extremos nororiental y suroeste, concebidas como extensiones abiertas del nuevo estadio. El jurado detalló que la adaptación se consigue ampliando y acercando al campo de juego la grada Norte -o Naciente- y Sur -o Curva-, sin tener que modificar la actual cota. En el caso de la grada Norte se adecúa para posibilitar la celebración de conciertos con gradas retráctiles.
El proyecto contempla también una ampliación de las áreas vinculadas a servicios, comida y bebida; así como las zonas VIP y VeryVIP. El cerramiento exterior ha sido resuelto con una envolvente translúcida, para la cual se usará EFTE -un tipo de polímero termoplástico de gran durabilidad- y vidrio laminado reciclado. Con ese planteamiento, detallaron que posibilitará el uso comercial en su interior.
Eficiencia energética
Este nuevo icono arquitectónico para la ciudad contará con 11.000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas y 137 paneles de captabrumas que servirán, además, de videomarcador en los partidos. La integración de otras tecnologías han formado parte del proyecto como la mini eólica, la geotermia y la fotocatálisis. La propuesta entra ahora en la fase de redacción. Una vez firmado el contrato con el despacho de arquitectos, la adjudicataria tendrá seis meses para entregar la propuesta completa.
Durante el fallo del concurso, y de acuerdo con sus bases, el jurado otorgó también dos accésits -dotado cada uno de ellos con 30.000 euros-, a los proyectos ‘Arriba d’ellos’, de Estudio Lamela y Alonso Sosa, y a ‘El Pulso de la Isla, un latido mundial’, de Ayesa Ingeniería y Arquitectura.
Miguel Ángel Ramírez: «La reforma del estadio corrige un error histórico»
El presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, destacó que con este proyecto «se va a corregir un error histórico». Un estadio «que seguía sin terminarse después de más de 20 años», añadió. El objetivo de la corporación insular de llegar al Mundial de 2030 con unas instalaciones adecuadas hace que se tenga un estadio de fútbol «de verdad», añadió, «como lo son los grandes estadios en el mundo». El presidente del equipo amarillo aseguró que los aficionados serán comprensivos ante las alteraciones que traigan consigo las obras y destacó de forma positiva, tanto el acercamiento de las gradas al terreno de juego como la cubierta del techo. «Era una necesidad, el Estadio de Gran Canaria nunca ha dado puntos, todo lo contrario, nos restaba al no estar cubierto porque resultaba incómodo para los asistentes». Miguel Ángel Ramírez añadió que la remodelación traerá consigo también un aumento del aforo, «lo que permitirá que los precios sean más asequibles».