Sergio se ha convertido en el principal sospechoso del asesinato de Rafa, pero la policía todavía no tiene ninguna prueba que lo incrimine. Precisamente por eso, la inspectora Pontón y su equipo se han acercado a casa de la víctima para hablar con su familia.
Alba se ve obligada a mentir sobre su madre, ya que Pilar le ha pedido que, por ahora, oculte su muerte porque podría meterse en un buen lío. Así que a la joven no le queda más remedio que decirle a Verónica que su madre se ha marchado unos días a ver a una prima suya a Badajoz.
Alba le cuenta a la inspectora que la última vez que vio a Rafa fue después de que él saliese del juzgado. Además, le asegura que su hermano no había matado a Hugo Aguilar, algo que Verónica también piensa.
Garrido entra en la habitación de Rafa y descubre la sudadera que llevaba el conductor del coche que atropelló a Hugo en las grabaciones de la gasolinera. ¿Descubrirán que el juez Romero la dejó ahí para incriminarlo?