El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, manifestó su apoyo al plan del expresidente estadounidense Donald Trump para trasladar temporalmente a los habitantes de Gaza mientras se lleva a cabo la reconstrucción de la Franja. En una entrevista con Fox News, calificó la idea como «notable» y consideró que debería analizarse y ejecutarse para modificar el futuro de la región.

Este respaldo representó la primera adhesión completa de Netanyahu a la propuesta que Trump dio a conocer en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. Posteriormente, el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ordenó al ejército preparar un plan para permitir la salida voluntaria de los residentes de Gaza.

Las declaraciones de Trump generaron impacto global. En su discurso, mencionó que Estados Unidos podría asumir el control de Gaza, desmantelar explosivos y eliminar edificios destruidos. Además, planteó la posibilidad de una reubicación definitiva de los habitantes de Gaza en otros países, al considerar que su regreso solo ocurriría por falta de alternativas.

Palestinos caminan junto a edificios derrumbados a lo largo de la calle Saftawi en Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza, el 5 de febrero de 2025. (Omar AL-QATTAA / AFP)

La Casa Blanca intentó moderar el mensaje, indicando que la reubicación tendría un carácter temporal. Sin embargo, Netanyahu afirmó en la entrevista que la erradicación de Hamás era un compromiso exclusivo de Israel y negó que Trump hubiera sugerido el despliegue de tropas estadounidenses o la financiación del plan por parte de Washington.

Las naciones árabes rechazaron la iniciativa. Egipto, Jordania, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos la calificaron como inviable y han mostrado resistencia a recibir refugiados. Durante la guerra, los países vecinos se han opuesto firmemente al desplazamiento masivo de los habitantes de Gaza.

Netanyahu destacó los avances en la ofensiva contra Hamás y reafirmó su determinación de recuperar a los rehenes, vivos o muertos. Destacó que su gobierno mantiene estrategias para lograr este objetivo sin revelar detalles sobre su ejecución.

El ministro de Defensa, Israel Katz, cerca de la frontera con la Franja de Gaza, el 19 de enero de 2025. (Ariel Hermoni/Ministerio de Defensa)

Trump, en su intervención, aseguró que su llegada a la Casa Blanca podría transformar la región, fortaleciendo la seguridad de Israel y bloqueando el desarrollo nuclear de Irán. Netanyahu respaldó esta afirmación al sostener que la postura de Trump podría redefinir la estabilidad en Oriente Medio.

Katz celebró la propuesta de Trump como un «valiente plan» que permitiría la emigración de los gazatíes a distintos países. Instruyó al ejército a desarrollar un esquema que facilite la salida voluntaria mediante rutas terrestres, marítimas y aéreas, garantizando la libertad de movimiento de los habitantes de Gaza.

Señaló, además, que esta iniciativa podría allanar el camino para la reconstrucción de una Gaza desmilitarizada, sin amenazas a largo plazo. En un mensaje a los países que han criticado a Israel, Katz mencionó a España, Irlanda y Noruega como posibles destinos para los palestinos, advirtiendo que una negativa de estos gobiernos revelaría su hipocresía. También mencionó a Canadá como una opción viable debido a su programa de inmigración organizado.

La propuesta de Trump, carente de detalles específicos, generó reacciones encontradas, incluso dentro del Partido Republicano. Al día siguiente, altos funcionarios estadounidenses intentaron moderar sus declaraciones, asegurando que la remoción sería temporal. Sin embargo, Trump insistió en que los palestinos no desearían regresar si se establecían en nuevos hogares en otras partes del mundo.

Netanyahu evitó referirse directamente a la sugerencia de Trump durante su discurso en la Casa Blanca, aunque elogió su disposición para desafiar las ideas convencionales y explorar nuevas soluciones para la región.

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